Suena el despertador y comienza la carrera: ducha rápida, café de pie y listos para empezar una nueva jornada laboral pegados a una pantalla. Familiar, ¿no?
Muchos de vosotros os sentiréis identificados con esta imagen matutina, pero habrá otros que no se reconocerán en esa escena. Porque comienzan la mañana a otro ritmo; uno más pausado. Empiezan el día leyendo, meditando, haciendo estiramientos o simplemente desayunando tranquilamente. Madrugan con un propósito que poco tiene que ver con el más habitual —trabajar— y lo hacen de forma consciente, formando parte de un movimiento conocido como Slow morning.
A tendencias como el ‘Slow cooking’, ‘Slow beauty’, ‘Slow living’ o ‘Slow fashion’ se ha unido otra que propone comenzar el día con tranquilidad y sin interrupciones
Sí, al igual que durante los últimos años se han hecho un hueco entre nosotros tendencias como el Slow cooking, Slow beauty, Slow living o Slow fashion, también ha surgido otra que propone comenzar el día con tranquilidad y sin interrupciones. Nada de echar un vistazo al móvil porque ha llegado un nuevo mensaje a WhatsApp o a la bandeja de entrada del correo electrónico.
De hecho, Slow morning es visto, de alguna manera, como un movimiento de rechazo a unas vidas frenéticas en las que la tecnología marca el ritmo desde el minuto uno. Ralentizar esa primera hora supone no levantarse con estrés o ansiedad, pero también afrontar la jornada con una calma y un enfoque que seguro ayudan a aumentar el nivel de atención y a sobrellevar mejor cualquier percance que surja a lo largo de todo el día.
Tres trucos para una ma-ña-na len-ta-a-a
Al margen de levantarse un poco antes de la hora habitual, si en algo coinciden los seguidores de este movimiento es que hay que dejar “los deberes” hechos la noche anterior. Así que, el primer truco para disfrutar de nuestra merecida slow morning es organizarse para que la lista de tareas que nos aguarda no sea lo primero que nos venga a la cabeza cuando nos despertemos.
Es preciso un espacio adecuado que fomente esa burbuja antiestrés que queremos conseguir. Aquí puede aportar mucho la edición limitada VÅRDANDE de IKEA
Preparar el táper con la comida, dejar la ropa planchada, terminar un PowerPoint… Esos deberes, claro está, serán diferentes dependiendo de cada uno. Pero es vital que, sean los que sean, no tengamos que lidiar con ellos durante la mañana.
Un segundo truco es contar con un espacio adecuado que fomente esa burbuja antiestrés que queremos conseguir. Aquí puede aportar mucho la edición limitada VÅRDANDE de IKEA. Alfombra de yoga, cesta con popurri, kimono, organizador de colgantes y así hasta 18 referencias distintas que conforman una colección que nos ayuda a sentirnos bien por dentro y por fuera.
Todos los productos de la colección VÅRDANDE de IKEA están diseñados para buscar el bienestar y disfrutar de momentos de autocuidado en el día a día. Es una colección creada en Asia, inspirada en sus tradiciones y pensada, según explican desde la compañía, “para todos aquellos que buscan la plenitud mental o simplemente un momento de pausa”.
Finalmente, para disfrutar ese momento, independientemente de su duración, hay que olvidarse del multitasking. Una vez más, la clave es el “aquí y ahora”. No podemos dejar que nuestra mente se adelante a los acontecimientos, visualice todo lo que tenemos que hacer en las próximas horas y se revolucione antes —siquiera— de empezar. Estar presente en la rutina elegida mejorará el nivel de atención durante todo el día.
Actividades ‘slow’ para la mente y cuerpo
Si hablamos de estar presente, no hay duda de que muchos pensarán inmediatamente en la meditación. Aunque cualquier momento es bueno para realizar esta práctica, muchos señalan las mañanas como el tiempo más oportuno. ¿Por qué? La verdad es que por algo tan evidente como que nuestra mente está más tranquila y resultará más sencillo relajarnos.
Además, si empezamos el día ajetreados, corriendo de un lado a otro, es probable que continuemos en esa línea. Sin embargo, si madrugamos y meditamos, marcaremos la pauta para tener un día tranquilo, consciente y productivo. De la misma manera, sabremos valorar el poder de esta práctica a la hora de aumentar nuestra capacidad de concentración y de atención.
Si al mismo tiempo que a la mente queremos dedicarle los primeros minutos del día a nuestro cuerpo, tanto el yoga como el pilates pueden ayudarnos a empezar con energía positiva. Al margen de activar los músculos y las articulaciones, haciendo que el cuerpo esté más relajado durante todo el día, son dos disciplinas que previenen el estrés y la ansiedad.
Los estiramientos ayudan a mejorar la postura, alivian y eliminan el estrés y la tensión, mejoran la circulación, fortalecen los músculos, fomentan la flexibilidad...
No se precisa mucho tiempo y es posible encontrar una rutina de yoga de solo 10 minutos para hacer nada más despertar; o de 20 minutos si preferimos el pilates.
Otra posibilidad que cada vez tiene más adeptos es optar por hacer estiramientos. Aquí podemos encontrar una rutina de estiramientos en tan solo 10 minutos perfecta para empezar el día. Los beneficios de dedicar estos primeros minutos a poner a punto nuestro cuerpo son muchos. Por ejemplo, ayuda a mejorar la postura, alivia y elimina el estrés y la tensión, mejora la circulación, fortalece los músculos, fomenta la flexibilidad, etc.
La última propuesta para estos primeros instantes de la jornada es caminar. Se ha hablado mucho de los beneficios de andar todos los días, pero hacerlo a primera hora de la mañana suma algún puntito más. Lo que más valoraremos seguramente será que aumenta nuestra energía y vitalidad, mejora nuestro estado de ánimo e impulsa la capacidad de concentración.
Espacios para el autocuidado
Tanto si decidimos disfrutar de ese momento de pausa en nuestra casa como si preferimos salir de ella, IKEA acaba de presentar una colección pensada para nosotros. Como hemos comentado, se llama VÅRDANDE, se ha creado en Asia en asociación con cinco empresas sociales que proceden de India y Vietnam y está inspirada en sus tradiciones.
“Siempre estamos agobiados, corriendo y haciendo una cosa detrás de otra. Esta colección se centra en plantar los pies en la tierra, acallar el ruido, entablar una relación contigo mismo y apreciar las cosas sencillas de la vida”, comenta Akanksha Deo, diseñadora de esta línea de soluciones junto a Sarah Fager.
Desde IKEA no dudan de que se trata de una de sus colecciones más especiales, porque todas las empresas involucradas en su fabricación quieren mejorar la vida de personas que provienen de grupos marginales, fabrican los productos de forma responsable y con materiales naturales y sostenibles.
En cuanto a la lista de referencias, entre las 18 disponibles encontramos de todo. Pero siempre con el denominador común de que están pensadas para favorecer los rituales de cuidado personal diario. Y no solo para cuando llega el momento de dedicarnos tiempo a nosotros mismos —toalla y kimono—, sino también a la hora de crear un espacio propio en nuestro hogar —maceteros, portavelas, lámina, cuenco decorativo, adorno colgante…— o en el exterior —bolsa, alfombra de yoga, manta, cesto con asas…—.
En definitiva, VÅRDANDE es sinónimo de bienestar. El aliado perfecto para los incondicionales del Slow morning.
Fotos | IKEA