Aunque nunca sustituirá a un radar nocturno, los beneficios de la zanahoria son tan diversos como desconocidos. ¿Sabías que, por ejemplo, contribuye a tener una buena visión o nos ayuda a mejorar nuestro aspecto previniendo el envejecimiento de la piel? Te explicamos qué hay de mito y realidad en las propiedades de este superalimento y te proponemos ideas para incluirlo en tu alimentación.
Los beneficios reales de la zanahoria: la magia de los betacarotenos
Durante la Segunda Guerra Mundial se popularizó la falsa creencia de que el consumo de zanahorias potenciaba la visión nocturna. Y aunque lo cierto es que su ingesta no te dota de los míticos "ojos de gato", la vitamina A (o retinol) que contienen estos vegetales en forma de betacarotenos sí que previene la nictalopía, una alteración visual que se caracteriza por la ceguera nocturna.
Los betacarotenos son nutrientes esenciales para nuestro organismo e imprescindibles en una dieta equilibrada. Conocidos como pro-vitamina A, se trata de pigmentos vegetales que dan color amarillo, naranja o rojo a frutas y verduras.
Después, nuestro hígado los transforma en vitamina A, que previene el envejecimiento celular de la piel y mejora su tono estimulando la protección de melanina y preparándola para el sol. Al potenciar la absorción de hierro, funcionan como antioxidantes frente a los radicales libres que genera el cuerpo o proceden de agentes externos como el sol, el tabaco, la alimentación, el alcohol y la contaminación.
También contribuyen a tener una buena salud ocular, reduciendo la sequedad de nuestros ojos y protegiéndolos de las cataratas. Asimismo, constituyen una parte importante de nuestro sistema inmunitario, reforzando las defensas.
Por último, los betacarotenos están íntimamente relacionados con la formación de los huesos, ya que la vitamina A asegura que el crecimiento se produzca con total normalidad. Por todos estos motivos, introducir zanahorias en el menú es muy beneficioso para nuestra salud, ya que nuestro cuerpo no produce por sí mismo los betacarotenos que ellas contienen de forma natural.
Nuevas e infinitas formas de consumirla
Para beneficiarnos de los efectos positivos de sus nutrientes en nuestra salud, podemos tomar zanahorias en crudo, a la plancha, cocidas o asadas, como un ingrediente más de nuestras ensaladas y guisos, o de forma totalmente independiente.
Una buena opción para aumentar su ingesta sin perder tiempo en la cocina es consumirlas en caldos calientes o fríos, que conservan las propiedades de los betacarotenos (no se pierden al cocinar) y nos ayudan a hidratarnos, a reponer líquido tras la actividad deportiva, a saciarnos, a añadir verdura a nuestra dieta y a refrescarnos.
Los caldos Aneto para dieta vegetal, como el Caldo Natural de Zanahoria Ecológica, están especialmente orientados a reforzar nuestra dieta vegetal de betacaroteno con ingredientes 100% naturales que nos ayudan a cuidar la piel de manera equilibrada, mantener una visión correcta y proveer al organismo de vitamina A. También resultan ideales para empezar una dieta y aumentar el bienestar.
Sus ingredientes frescos (zanahoria, puerro, aceite de oliva virgen extra, apio y una pizca de sal marina) proceden de la agricultura ecológica. Asimismo, su elaboración es 100% natural, sin deshidratados, concentrados o aromas añadidos, por lo que el caldo para beber frío o caliente es una opción tan cómoda como saludable.
Una alternativa estupenda para su consumo es utilizarlo de base para consumir zanahorias mezcladas con frutas y verduras en variados smoothies, como este cuya sencilla y rápida receta te proponemos a continuación:
- Ingredientes: 1 l de Caldo Natural de Zanahoria Ecológica Aneto, 2 manzanas, 2 naranjas Golden, 200 g de fresas, 8 g de jengibre.
- Preparación: lavar o pelar todos los ingredientes y trocearlos, colocarlos en la licuadora o el minipimer, añadir el caldo y mezclar hasta obtener un zumo suave.
Podemos consumir los batidos a temperatura natural o servir en frío. También es posible reservar algunas piezas de fruta para decorar el batido o dotarlo de una agradable textura. Sea como sea, los caldos nos ofrecen una fantástica alternativa para aumentar la presencia de las zanahorias en nuestra dieta sin esfuerzo.