Si vais a comenzar en septiembre la práctica de Pilates seguro que una de las preguntas que os habéis planteado es la de ¿Pilates suelo o Pilates en máquinas? ¿Cuál es mejor? ¿Cuál te hace trabajar más? Hoy hablamos de las diferencias entre ellos y de cuál es adecuado para cada momento o cada objetivo.
Ambos métodos, el de suelo y el de las máquinas, fueron creados por Joseph Pilates. Durante toda su vida Pilates utilizó las dos variantes para trabajar con sus alumnos. Sus primeras máquinas las creó añadiendo muelles a las camas de los pacientes del hospital de heridos de guerra de la isla de Man, donde trabajó como camillero durante la I Guerra Mundial. El trabajo en suelo nunca faltó en el trabajo con bailarines en su estudio de Broadway.
Si eres principiante es una muy buena idea comenzar por Pilates en máquinas, ya que estas nos sirven para asistir el movimiento del cuerpo. En lugar de luchar directamente contra la gravedad en los ejercicios, los muelles de las máquinas de Pilates nos ayudan a ejecutar el movimiento y a conocer las bases del Pilates en suelo. Las resistencias de las máquinas pueden regularse, de modo que nos permiten ir aumentando la intensidad poco a poco. Las máquinas son también una buena opción para las poblaciones especiales y para las personas con movilidad reducida.
Por otro lado, las máquinas de Pilates pueden suponer un reto para aquellas personas que dominan ya el Pilates en suelo y buscan un reto mayor. ¿Recordáis cómo os contábamos que el TRX puede facilitar ciertos ejercicios pero también puede añadir dificultad a otros? Con las máquinas de Pilates ocurre lo mismo.
El Pilates en suelo es muy exigente ya que no disponemos de una máquina que nos asista en el movimiento: somos nosotros solos controlando nuestro cuerpo. Aunque puede parecer que el repertorio de ejercicios de Pilates en suelo es limitado, podemos ampliarlo de manera significativa con el uso de distintos implementos como el magic circle, el foam roller, el fitball, las bandas elásticas, pequeñas pelotas de diferentes tamaños, etc.
Lo más interesante es siempre alternar las dos modalidades en nuestros entrenamientos semanales para obtener lo mejor de cada una de ellas.
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