Estamos en temporada de alcachofas y hay que aprovecharlo. Tenemos la suerte de que es un producto exquisito, económico, ligero y muy saludable, que además se cultiva en nuestro país con producciones de gran calidad. ¿Qué más se le puede pedir a un alimento? Para sumar más virtudes, es muy fácil cocinar con alcachofas sin complicarse la vida demasiado.
Una sencilla salsa ligera enriquecida con algunos frutos secos y hierbas frescas ya son una buena base para un plato que, servido caliente, sienta además de maravilla en estos días. El único "esfuerzo" es pelar las alcachofas, aunque si vais muy justos de tiempo o estamos fuera de temporada, la alternativa congelada es una buena opción.
Comenzamos pelando las alcachofas, preparando un cuenco con agua y el zumo de medio limón. Para ello, cortar la punta y retirar las hojas más duras externas, hasta quedarnos con el corazón más tierno. Cortar casi todo el tronco.
Cortar cada alcachofa por la mitad o en cuartos. Ir dejando a remojo las alcachofas a medida que se pelan, para que no oxiden mucho. También podemos usar directamente alcachofas crudas congeladas, que vienen peladas y listas para usar.
Poner a remojo las pasas en un poco de agua tibia. Cocer al vapor en una olla o en el microondas hasta dejarlas aún ligeramente firmes, unos 15-20 minutos. Reservar. Picar la cebolleta y el diente de ajo muy finos y pochar con un poco de aceite en una cazuela, añadiendo una pizca de sal.
Incorporar las pasas escurridas y los piñones con una hoja de laurel, removiendo bien para que se vayan dorando un poco. Echar las alcachofas cocidas, salpimentar ligeramente y dar unas vueltas. Regar con el vino y el zumo del otro medio limón y dejar que se evapore el alcohol.
Añadir caldo hasta casi cubrirlas, bajar el fuego y dejar cocer lentamente unos 20 minutos, o hasta que estén en el punto deseado. Controlar el nivel de líquido para ajustar el punto del guiso o salsa al gusto. Servir con hierbas frescas.
Con qué acompañar las alcachofas
Dos personas pueden compartir estas alcachofas en salsa ligera con pasas y piñones a la hora de la cena o servirlas como primer plato en un menú más completo. Si queremos enriquecer la receta con más proteínas podemos añadir un huevo escalfado o cocido y picado, o añadir unas almejas o gambas cocidas.