Durante los primeros días de septiembre solemos ponernos metas y organizar nuestro calendario de cara a los nuevos retos del curso que comienza. Pero no todos los retos tienen por qué ser deportivos: los buenos propósitos saludables también pasan por la cocina.
Una de las mejores decisiones que podemos tomar es la de empezar a cocinar lo que comemos. La base de una buena alimentación es el consumo de alimentos frescos por encima de productos procesados y, para poder llevar esto a cabo, es imprescindible que cocinemos nuestra propia comida.
No tienes que pensar en elaborados platos para preparar a diario: platos sencillos pueden cambiar mucho si utilizamos diferentes métodos de cocción o si añadimos especias para darles un sabor especial. Condimentos como el cilantro, el hinojo o el curry pueden cambiar radicalmente el sabor de un plato sencillo o tradicional.
Tampoco necesitas mucho material de cocina. Para mí son imprescindibles la plancha (para hacer verduras o para cocinar carne o pescado prácticamente sin aceite), el microondas (porque sirve para mucho más que para calentar la leche: cocinar en microondas es sano, fácil y rápido), una olla para hacer platos un poco más elaborados y alguna sartén. También el horno nos permite preparar platos muy saludables, si disponemos de un poco más de tiempo para cocinar.
Preparar el menú con antelación: un imprescindible
Saber lo que vamos a comer con antelación, por ejemplo, de una semana nos permite por un lado hacer una compra semanal ajustando cantidades y alimentos. Esto nos puede ayudar a ahorrar unos euros (porque no compraremos de más) y a escapar de esa "compra compulsiva" que generalmente nos lleva a adquirir productos no tan sanos como queremos.
Por otro lado, preparar la comida con antelación nos ayudará a ajustarnos a un menú concreto y no salirnos de él, llevando una alimentación lo más ordenada y saludable posible. Muchos platos se pueden cocinar el domingo por la tarde y dejarlos congelados para el resto de la semana. Si tenemos tiempo, podemos preparar la comida la tarde anterior y guardarla en la nevera para tenerla lista el día siguiente.
Cocinar nuestra propia comida es uno de los básicos para llevar una dieta saludable: comerás más alimentos y menos productos, controlarás todo el proceso de cocinado y disfrutarás de platos sabrosos y saludables.
¿Qué os parece como propósito para el nuevo curso?
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