La apetencia por el sabor dulce es algo innato, es por eso que aún los menos golosos disfrutan de comer un sabroso postre de vez en cuando. Por ello, comparto con vosotros cuáles son los postres más habituales y saludables que se consumen en mi casa.
Postres cada día y para toda la familia
Para que conozcáis un poco más la razón de mis elecciones os comento que mi familia está formada por mi esposo y mis dos hijos, una niña de siete años y un niño de dos años y medio que si bien adora los platos dulces es más bien amante de la comida elaborada y que servimos en cada ingesta principal del día.
Mi esposo y mi niña son los más golosos en casa y los que especialmente en invierno y en días grises buscan degustar platos dulces aún en pequeñas cantidades. Y yo, como mamá cuidadosa que preserva la salud de mis hijos y nutricionista personal de la familia, escojo platos cuidando siempre la calidad de los mismos.
Asimismo, siempre que demandan un dulce, suelo considerar al momento de su elección las ingestas previas o similares a lo largo del día, pues intentamos que haya pocos "momentos dulces" en la dieta habitual y que su paladar no esté acostumbrado a su ingesta todo el tiempo.
La hora del postre
Desde pequeños se nos instala como costumbre "la hora del postre" es decir que la ingesta de un plato dulce después de cada comida es simplemente una cuestión cultural, que si pudiéramos desterrar sería ideal para aminorar la ingesta de dulces a diario.
Así, con esta costumbre de la hora del postre todos esperamos el dulce posterior a la ingesta de un plato salado que constituye el protagonista de cada comida. Por ello, comer postres es un hábito que todos deberíamos intentar reducir en la alimentación cotidiana.
Sin embargo, como sabemos las costumbres son difíciles de borrar y su influencia en nuestro apetito y saciedad es muy marcada, por lo que puede ocurrir que la no ingesta de un postre posterior a la comida nos genere un consumo compensatorio después, menos controlado y quizás menos saludable.
Es por eso que, lo recomendable es a la hora del postre pensar si realmente tenemos deseos y hambre, y en caso afirmativo consumir platos lo más sanos posibles de manera tal de contribuir al logro de una dieta nutritiva cada día.
Los postres más sanos y habituales en casa
Como he dicho, en casa tenemos la costumbre de comer postre aunque en muchas ocasiones pasamos su ingesta por alto, especialmente si los peques lo permiten.
Sin embargo, cuando comemos postres las elecciones son en el día a día muy saludables y a continuación os muestro cuáles:
Fruta, fruta y más fruta
En casa el postre diario es una fruta. Es decir que si comemos algo dulce posterior a cada comida, eso es siempre una pieza de fruta fresca (o más) a elección, para lo cual intento tener variedad de opciones a nuestro alcance para comer en cualquier momento del día.
Sin embargo, eventualmente también elaboro con frutas únicamente platos como los siguientes:
- Brochetas de fruta frescas en cuya elaboración participan los peques y aman intercalar colores en las mismas.
- Helados 100% frutales para los cuales suelo tener fruta congelada en casa, especialmente plátano, melón, melocotón o piña con los que puedo elaborar un helado de un único ingrediente o bien, sorbete de fresa y plátano siempre sin azúcar agregado, helado de plátano y melocotón o bien una combinación de frutas que encuentro a mi disposición.
- Ensaladas o macedonia de frutas para los cuales requiero un poco más de tiempo, ya que simplemente corto en pequeños trozos frutas de diferentes tipos.
Otros platos que he creado y que funcionan muy bien para incentivar la ingesta de frutas pero que no sólo sirvo eventualmente como postres sino que suelo crear más bien en otros momentos del día en los que tienen deseos de comer algo dulce son: platos de frutas varias en los cuales presento la fruta cortada en trozos y acompañó con unos hilos de chocolate amargo derretido.
Esta última opción constituye una buena forma de comer de más de una fruta fresca en este momento post comida.
Postres a base de lácteos sanos pero eventuales
Una menor cantidad de veces y siempre para ocasiones eventuales, solemos preparar postres a base de lácteos que los peques disfrutan en gran medida pero que siempre intentamos no lleven azúcares agregados y sean lo más saludables posibles.
En este caso, y especialmente en invierno, suelo preparar unas naranjas rellenas con una especie de natilla a base de leche espesada combinado con el sabor de la naranja y edulcorado mínimamente con un poco de stevia.
Otra opción son unas "mousse" o postre cremoso de chocolate que creamos en minutos combinando queso fresco batido con cacao en polvo sin azúcar y edulcorante que solemos utilizar en pequeñas proporciones.
Por último y esto sí muy eventualmente, preparo unos pastelitos de queso sin azúcar que he compartido ya en otra ocasión con vosotros y que acompañamos con fresas, arándanos u otra fruta de nuestro agrado; o bien preparo un arroz con leche sin azúcar agregado sino simplemente con el azúcar de la leche que a medida que se va evaporando concentra su sabor dulce, y que además suelo condimentar con cacao sin azúcar en pequeñas proporciones, canela y ralladura de naranja o de limón.
Estos son los postres más habituales y más sanos que consumimos en casa, sin dejar de lado la ingesta por supuesto en un evento o una fiesta de algún plato dulce no tan sano. Pero en el día a día estas son las preparaciones que solemos consumir en casa, aptas para toda la familia y recomendables si estamos muy habituados a la hora del postre.
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