Siempre he creído que el pastel de zanahoria tradicional era algo, que a priori, por la combinación de ingredientes que tenía no me iba a gustar demasiado, pero lo cierto es que al probarlo he cambiado de opinión.
Aunque esperas que su sabor sea a intensa zanahoria, no es así y os animo a probarlo porque a mí me ha sorprendido gratamente. Para los más conocinillas y golosos, os propongo un rápido y sencillo postre: pastel de zanahoria con nueces y pasas, una receta fitness baja en grasa y calorías.
Cómo conseguimos una versión fitness
Como todos los postres dulces, o la mayoría de ellos, el pastel de zanahoria en su versión tradicional es una contiene una gran cantidad de grasas y calorías; así que nuestro propósito es conseguir una versión más saludable pero que siga teniendo la esencial natural del pastel original.
Para ello en nuestro pastel fitness de hoy hemos evitado algunos ingredientes tradicionales demasiado grasos y hemos optado por sustitutivos de otros, y en menores cantidades, con propiedades macronutricionales que se adaptan mejor a nuestras necesidades.
Harina integral: utilizaremos únicamente unos 150g. Como veis conseguimos reducir más que significativamente las cantidades tradicionales de harina ordinaria, acompañándola de otros alimentos sustitutivos como el plátano para darle la consistencia que buscamos, y además incorporamos una versión integral.
Aceite de coco: utilizaremos muy poquita cantidad, únicamente dos cucharadas, para disminuir porcentajes de grasa y calorías. Esta vez hemos utilizado una versión diferente de aceite, aunque sin problema podemos utilizar aceite de oliva tradicional. Sus aportes, en cuanto a grasa y calorías, son prácticamente iguales pero hoy hemos escogido el de coco porque este tipo de aceite se asimila muy bien gracias a sus triglicéridos de cadena media.
Endulzante: no es necesario que añadamos endulzante, pero si queremos podemos sustituir el azúcar tradicional o el azúcar de caña, por otros endulzantes como, por ejemplo, la stevia.
Tres claves sencillas que, acompañadas de algún ingrediente más que ahora os contaremos, transformarán un postre cargado de grasas y kcal ( mantequillas, azúcares...) en una versión muchísimo más saludable.
Utilizaremos 2 boles distintos. En el primero mezclaremos la harina integral y el bicarbonato de sodio, y en el segundo el resto de ingredientes (el plátano previamente machacado y la zanahoria rayada). Una vez tengamos preparada, iremos echando la harina del primer bol, poco a poco, trabajando la mezcla hasta que quede una masa completamente homogénea y lista para verter en el recipiente o molde del bizcocho.
Meteremos en el horno a 180º unos 45min, previamente calentado, e iremos controlando, de vez en cuando, cómo se va haciendo nuestro bizcocho. Una vez cocido, dejamos enfriar y desmoldamos.
Una de las ventajas de esta receta es que podemos cambiar los ingredientes a nuestro gusto, en este caso hemos usado nueces y pasas para saltear el bizcocho. Con unas 12-15 nueces picadas será más que suficiente, recordad que los frutos secos tienen un alto aporte calórico y hay que consumirlos con cierta moderación.
En este caso, no hemos realizado una cobertura, pero si lo deseamos, podemos hacer un relleno o cobertura del bizcocho al gusto, por ejemplo, con mermelada baja en calorías o con un relleno más proteico a base de crema de queso y un cazo de proteína Whey. Hoy os proponemos una versión más natural y tradicional del pastel de zanahoria, pero ya sabéis que las versiones pueden variar al gusto del consumidor.
Este artículo fue originalmente publicado por David Díaz Gil en noviembre de 2016 y ha sido revisado para su republicación.
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