Huevos y verduras son una pareja casi sin rival cuando se trata de comer bien y saludable si tenemos poco tiempo para cocinar. En este caso recuperamos una técnica tan sencilla como los revueltos recurriendo a las setas, que hoy en día se pueden encontrar ya listas para cocinar en fresco o en su versión congelada. No tendremos ni que lavarlas o cortarlas. Con un sofrito ligero enriquecido con anchoas, tendremos un plato lleno de sabor.
Por supuesto, este plato se puede preparar con otra combinación de hongos, especialmente si tenemos la suerte de estar en temporada de setas de bosque, como unos boletus, níscalos o rebozuelos. Una versión más económica sería con setas deshidratadas, rehidratadas previamente, o empleando champiñones. Podemos incrementar las proteínas mezclando los huevos con un chorrito de claras pasteurizadas, y aprovechar cualquier hierba fresca que tengamos en la nevera para aderezarlo.
Lavar y secar previamente las setas en el caso de que fuera necesario hacerlo, picándolas o troceándolas si fueran piezas muy grandes. Picar fina o cortar en juliana la cebolleta, y laminar o picar el diente de ajo. Lavar y secar también el perejil, picándolo al gusto.
Calentar un poco de aceite en una sartén antiadherente y pochar unos pocos minutuos la cebolleta con el ajo. Añadir las anchoas picadas y machacarlas a medida que se cocinan con los demás ingredientes. Cuando se forme una pasta, agregar las setas, subir el fuego y saltearlas hasta que pierdan volumen y se evapore casi todo el agua.
Mientras, batir ligeramente los huevos con un tenedor o varillas en un cuenco, añadiendo la leche y salpimentando al gusto. Cuando las setas estén casi en su punto, echar los huevos bajando el fuego al mínimo, y cocinar removiendo con una espátula hasta dejarlos cuajados al gusto.
El punto depende un poco de las preferencias personales: más melosos, más cuajados, con el revuelto más jugoso o más seco, etc. Una vez listo, repartir en platos y aderezar con el perejil u otra hierba.
Con qué acompañar el revuelto de setas
Este revuelto es un plato versátil que podemos servir para empezar un almuerzo antes del principal, por ejemplo un pescado a la plancha, o como cena sencilla junto a una ensalada simple, con algo de buen pan de calidad. De hecho, es perfecto como relleno de tostas o un bocadillo casero, muy apetecible en el desayuno si buscamos arrancar el día con algo bien nutritivo y saciante.
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