El congelador es un gran amigo para tener siempre recursos saludables y sencillos a los que recurrir en nuestros menús semanales, muy práctico para el pescado. Los filetes de salmón, en raciones individuales y totalmente limpios, admiten técnicas como el vapor, el microondas o el horno, pero a la plancha quedan especialmente ricos si se cocinan bien con un aderezo como la salsa de mandarina.
El único secreto para lograr un salmón a la plancha delicioso está en reducir al máximo su humedad y dejar que se dore bien por fuera conservando el interior jugoso. Para ello necesitamos secarlo muy bien con papel de cocina y salpimentarlo, como mínimo, 15 minutos antes de cocinar. Hay que ser generosos con la sal para que esta penetre en su carne sacando la humedad del pescado.
Para el glaseado nos hemos inspirado en la típica salsa estilo teriyaki, usando zumo natural de mandarina como endulzante y sabor cítrico, que equilibra y refresca la grasa del pescado azul. Mientras el salmón reposa la cocemos para reducirla y espesarla, logrando un sabor más concentrado.
Sacar el pescado de la nevera el tiempo suficiente para que se atempere (descongelar en la nevera toda la noche o el día si se usa congelado). Secar muy bien con papel de cocina y salpimentar por todos sos lados. Añadir sal generosamente, que se quede bien visible; luego podemos desechar la sobrante. Colocar sobre papel de cocina limpio y dejar reposar 15 minutos en una zona fresca.
Mientras exprimir el zumo de las mandarinas en un cazo pequeño y añadir la salsa de soja, el vinagre, el vino dulce, un poco de jengibre rallado o molido, salsa picante al gusto y una pizca de pimienta. Calentar y dejar cocer a fuego suave unos 15 minutos, hasta que reduzca ligeramente.
Volver a secar el salmón con papel de cocina. Calentar a fuego fuerte una plancha o sartén antiadherente, añadir un poco de aceite e inmediatamente después el salmón, bajando el fuego a potencia media y presionando las piezas suavemente con una espátula durante un minuto.
Pintar con el glaseado mientras termina de cocinarse por esa cara, según el punto (2-3 minutos más). Dar la vuelta con cuidado, volver a glasear y seguir cocinándolo presionando con cuidado. Retirar a platos de servir, bañar con el resto de la marinada o los jugos de la sartén y agregar sésamo blanco al gusto.
Con qué acompañar el salmón glaseado
Unos filetes de salmón a la plancha admiten todo tipo de guarniciones, según el apetito que tengamos, nuestras necesidades o el momento del día en que lo sirvamos. Las verduras al vapor o asadas como brócoli, boniato o coliflor van muy bien, y se pueden combinar con algún cereal o grano integral como arroz o quinoa. También podemos servir el pescado con una ensalada templada o un salteado tipo wok de verduras cortadas en juliana y gambas.
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