Las clásicas tostadas siguen siendo uno de los desayunos más recurrentes en casa y cuando nos toca romper el ayuno nocturno fuera de casa, pero las típicas combinaciones de pan blanco industrial con mermelada, crema untable de cacao o similares no son precisamente las más recomendables para abusar de ellas con frecuencia. Las tostas con productos salados de calidad son una gran alternativa que, según las raciones, nos pueden apañar también la cena.
Sin recurrir al aguacate de siempre que ya se impone casi categóricamente en todas partes, ingredientes clásicos muy nuestros también pueden formar una tostada muy saludable, nutritiva y completa, rica en grasas de calidad, proteínas, fibra y micronutrientes esenciales. Una buena despensa con conservas bien seleccionadas es oro y nos facilita mucho la vida para comer bien sin invertir mucho tiempo.
Puedes hacer pimientos asados caseros si tienes tiempo un día a la semana, preparando una buena cantidad, pero los pimientos de bote o lata son un recurso también válido. Intenta escoger un producto de pimientos locales, mejor si están asados a la leña y van al natural o en aceite de oliva virgen extra; los pimientos del Piquillo de Lodosa también van muy bien en estas tostas.
Cortar la cebolla en plumas o tiras finas y poner a remojo en agua muy fría. Cortar las rebanadas de un dedo de grosor, aproximadamente, y tostar al gusto con tostadora o usando una plancha o el horno, si estuviera encendido para otra cosa. Frotar con los dientes de ajo cortados por la mitad aún en caliente.
Pintar las rebanadas con aceite de la conserva de bonito, si es virgen extra, o usar el que tengamos. Disponer encima tomate cortado en rodajas y salar ligeramente. Repartir el pimiento cortado en tiras o picado, aderezar con orégano y pimienta, y poner encima el bonito escurrido.
Coronar con la cebolla bien escurrida, más orégano y pimienta al gusto, y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Con qué acompañar las tostas
Dependiendo de cuándo tomemos estas tostas o nuestras necesidades energéticas podemos simplemente acompañarlas del café, infusión o bebida del desayuno, o convertirlas en un plato más completo con fruta fresca y yogur, y un puñado de frutos secos o alguna ensalada. Si te gusta el picante, añade unos copos de chile justo antes de servir.
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