Para muchas personas, la parte más complicada de establecer una rutina de ejercicio es el inicio. Y bueno, luego de ello apegarse a un plan de trabajo diario requiere de mucho compromiso. Sin embargo, existen múltiples razones por las que trabajar de la mano de un entrenador personal puede ser la clave para marcar la diferencia en tu rutina, mantener la constancia y ayudarte a cumplir tus objetivos.
Son mejores que un espejo
En ocasiones, aunque sepamos perfectamente la teoría sobre cómo es que se utiliza cada aparato en el gimnasio es probable que debido a la carga o el esfuerzo, nuestra postura podría ir variando y por consiguiente se abre la ventana a la posibilidad de sufrir una lesión, o bien, de reducir la efectividad del ejercicio con cada repetición no hecha de manera correcta.
Un estudio publicado en la Biblioteca de Nacional de Instituciones Médicas, de Estados Unidos, sugiere que al tener supervisión uno a uno se pueden obtener mejores resultados que haciendo la misma rutina por nuestra cuenta. Parte del efecto de tener a un entrenador que nos acompaña durante las sesiones de entrenamiento radica en que nosotros mismos nos exigimos más para quedar bien con él y esto podría derivar en que utilicemos más peso durante la rutina.
Tienen una mirada objetiva
Todos tenemos áreas de nuestro cuerpo que deberíamos trabajar más que otras, sí, aunque no nos guste. Pero cuando estás entrenando por nuestra cuenta, es probable que prefieras evitar ciertos ejercicios porque te cuestan más trabajo y te claves haciendo únicamente aquellos con los que te sientes cómodo.
Sin embargo, aunque tratemos de ocultar estas áreas de oportunidad, es muy probable que sean descubiertas por la vista de un entrenador profesional como los que podrás encontrar en algunos gimnasios, como Sports World. Y te ayudará apoyándote con esos puntos que te suelen costar más trabajo, verás cómo dentro de poco las cosas irán fluyendo mejor con los ejercicios que se te dificultaban antes.
Te impulsan a ir más lejos
Investigaciones recientes han demostrado que aquellas personas que entrenan de la mano de un profesional son más propensas a apegarse a un plan de entrenamiento que quienes trabajan por su cuenta. Además, el hecho de trabajar bajo la supervisión de un experto generalmente nos impulsa a ir más lejos ¿ya no puedes con las últimas 10 repeticiones? ¡Cómo de que no!
Sácale la vuelta al efecto meseta
Luego de un par de meses trabajando siguiendo la misma rutina es probable que llegues a lo conocido como el efecto meseta, en el cual la mejoría de tus condiciones fluirá de manera muy lenta al grado de que casi no notarás un cambio. Eso quiere decir que es hora de dar inicio a una nueva rutina.
Por fortuna, si trabajas bajo la supervisión de un profesional, él podrá ayudarte a determinar cuál es el momento ideal para cambiar de ejercicios y seguir evolucionando en el desarrollo de tus músculos.
Como podrás darte cuenta, los beneficios de contar con el apoyo de un profesional como los que podrás encontrar en cadenas de gimnasios establecidos realmente generan un impacto positivo durante tu rutina, potenciando así los resultados de tu esfuerzo. Así que no lo dudes, si tienes la oportunidad de ejercitarte junto a un profesional, deberías pedir su ayuda ¡verás que vale la pena!