La Vitamina C o Ácido Ascorbico puede presentarse en múltiples formatos y procedencias. Distinguimos las de tipo sintético, procedentes en su mayoría de derivados del petróleo y de ahí su bajo precio, y las de origen natural, procedentes en su mayor parte de frutas (principalmente cítricos) y verduras. La vitamina de origen sintético suele ser de baja calidad, presentan efectos secundarios derivados de los productos que las componen y presentan una baja efectividad.
Esta vitamina ayuda al desarrollo de dientes y encías, huesos, a la absorción del hierro, al crecimiento y reparación del tejido conectivo normal (piel más suave, por la unión de las células que necesitan esta vitamina para unirse), a la producción de colágeno (actuando como cofactor en la hidroxilación de los aminoácidos lisina y prolina), metabolización de grasas, la cicatrización de heridas. En definitiva, la formación y reparación de todos los tejidos más importantes necesarios durante la actividad física.
Al ser una vitamina hidrosoluble su eliminación por el riñón es extremadamente eficaz, por lo que los excesos se pueden eliminar en menos de cuatro horas. Todo ello hace que haya muy poco consenso en cual es la cantidad mínima y la cantidad máxima. No obstante, la dosis diaria recomendada se sitúa en torno a los 500mg/día, aunque si somos muy deportistas podrían necesitarse hasta 800-1000mg/día. En cualquier caso, la sobredosis de Vitamina C presenta un síntoma muy evidente que es la diarrea. Llegado el caso, con interrumpir su ingesta es suficiente para volver a la normalidad.
Esta vitamina no incrementa el rendimiento deportivo, sin embargo tiene la importante función de facilitar la absorción de otras vitaminas y muchos minerales, incluyendo la mayor parte de los minerales que se pierden a través de la sudoración. Al mismo tiempo ayuda a controlar el exceso de radicales libre provocados por actividades intensas mediante una potente acción antioxidante, ayudando a equilibrar los procesos catabólicos y disminuyendo los daños sobre los tejidos.
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2 comentarios
mkl
El organismo no distingue entre el L-ácido ascorbico procedente de fuentes naturales o que procede de fuente sintética, simplemente, son lo mismo.
PD: soy fan de la vitamina C
Pablo Ruiz
Gracias por el comentario ... Esto nos da pie a entrar en más detalles que no eran objeto del post y que quizás deberíamos haber ampliado.
El problema de la Vitamina C sintética es que se encuentra en estado puro, mientras que la Vitamina C natural va acompañada el 99% de los casos de bioflavonoides. Son éstos últimos los que marcan la diferencia.
Los bioflavonoides, conocidos como Vitamina P, son moléculas hidrosolubles compuestas por un grupo de pigmentos brillantes que frecuentemente se encuentran en frutas y vegetales en compañía de la Vitamina C. Los componentes de los bioflavonoides son: naranjina, hesperidina, rutina, flavones y flavonales. Éstos protegen la circulación sanguínea, el colágeno y favorece la absorción de la Vitamina C.
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