El amaranto, también llamado kiwicha, es un viejo cultivo que cumplía un rol fundamental en la dieta de los Aztecas y otras civilizaciones. Pero debido a sus grandes propiedades, esta planta esta resurgiendo en la actualidad.
El amaranto es una planta muy útil, ya que a que se pueden consumir sus hojas como así también sus semillas. Es considerado un pseudocereal debido a que sus propiedades son muy similares a las de un cereal, pero posee marcadas diferencias que confieren a este alimento un alto valor proteico.
Sus hojas tienen más hierro que las espinacas, contienen un elevado porcentaje de fibra, vitamina A y C, calcio y magnesio. No obstante, se debe saber que para su consumo se recomienda hervirlas previamente, ya que las hojas pueden tener altos niveles de oxalatos y nitratos que reducen la absorción de algunos nutrientes.
El grano o semillas de amaranto tienen un nivel de proteínas que oscilan entre el 15% y el 18%, mientras que la mayoría de los cereales contienen aproximadamente 10% de proteínas en su composición.
Además, la FAO y la OMS, sobre un valor proteico ideal de 100, han valorado al amaranto en 75, a la leche vacuna en 72, la soja en 68 y el maíz en 44. Contiene lisina, aminoácido que se encuentras en nula o limitadas proporciones en el resto de los cereales, lo cual eleva grandemente la calidad proteica del amaranto.
Por otro lado, contiene entre un 5% y un 8% de grasas saludables, entre las que se destaca el escualeno, un tipo de grasa que sólo se encuentra en ballenas y tiburones.
El aceite de amaranto es superior en calidad al del maíz, ya que contiene altos niveles de ácido linoléico esencial para el organismo humano y con fuertes propiedades antiinflamatorias que reducen el riesgo de trombosis y otras enfermedades cardiovasculares.
En cuanto a su contenido en carbohidratos, éste oscila entre un 50% y 60% y sus características están siendo estudiadas en la industria para evaluar su uso como ingrediente espesante debido a que posee amilopectina.
Para cultivar amaranto se requiere aproximadamente un 50% menos de agua que para cultivar otros cereales, por lo tanto, este humilde alimento es altamente rendidor, muy económico y con grandes propiedades nutritivas.
Se puede consumir en forma de harina, como verdura si elegimos sus hojas, o sus semillas como cualquier otra o bien, para explotarlas ante el calor como palomitas de maíz.
El amaranto es un alimento muy especial que no sólo tiene las propiedades de un cereal integral, sino que cuenta con las proteínas semejantes a las de la leche vacuna. Por eso decimos que es un "cereal hiperproteico".
Este tipo de cultivos que han sido olvidados en un momento deben aprovecharse y reivindicarse en la actualidad con el único objetivo de disfrutar sus propiedades y beneficios.
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