El krill es un pequeño crustáceo, parecido al camarón, que habita las aguas de la Antártica y constituye una gran parte de la población acuática.
Al ser un animal acuático que se encuentra en abundancia, se convierte en el alimento de numerosas especies tales como pingüinos, ballenas, peces y otros animales.
El krill es considerado un gran tesoro debido a sus atractivas características nutricionales, entre las que destacan su alto valor proteico.
El porcentaje de proteínas contenido en este pequeño crustáceo alcanza el 70% de su peso, de las cuales un 46% se componen por aminoácidos esenciales, es decir, que nuestro organismo no puede sintetizar.
Su contenido proteico es inigualable a cualquier otro alimento, pero además, es poseedor de ácidos grasos omega 3, lo que transforma al krill en un alimento cardioprotector, al favorecer el incremento de colesterol HDL o bueno y reducir el riesgo cardiovascular.
Por otro lado, no podemos olvidar su alto contenido en minerales y oligoelementos como el calcio, magnesio, fósforo, selenio, zinc, sodio, yodo, fluor, cobre, potasio y manganeso.
Toda su composición nutricional es realmente favorecedora para la salud humana, porque no sólo es un alimento de alto valor proteico, sino que posee ácidos grasos esenciales y minerales que destacan por su acción antioxidante y fundamental en el organismo.
Pero no todo es color de rosa, y el lado oscuro de este gran tesoro es su controversia a la hora de explotar el krill para dedicarlo al consumo humano.
Si bien ya se consume en Japón y Rusia desde hace varios años, aún su ingesta no está difundida a nivel mundial, pero dada sus características nutricionales y la escasez de alimentos actual, muchos son los especialistas y estudios que pretenden dedicar este crustáceo a salvar vidas humanas.
Sin embargo, el tema ha generado gran controvercia porque si bien las poblaciones de krill son gigantescas, han decrecido grandemente en los útlimos 30 años.
Por el momento, sólo debemos esperar a que la ciencia decida el mejor curso para este gran tesoro oculto en el mar que puede llenar de proteínas nuestro cuerpo.
Si visitas Japón, no olvides probar su plato tradicional llamado okami, el cual se elabora a base de krill y puede permitirte disfrutar de sus grandes beneficios nutricionales.
Ver 2 comentarios