Los antioxidantes son sustancias químicas y compuestos entre los que podemos encontrar vitaminas, minerales o enzimas, que neutralizan el efecto dañino de los llamados "radicales libres".
Todos generamos radicales libres en el organismo como consecuencia de cada uno de los procesos metabólicos que en él suceden, pero existen actividades, circunstancias o determinadas composiciones corporales que debido a sus procesos internos incrementan la producción de éstos.
En dichos casos particulares es donde se debe prestar más atención a la ingesta de antioxidantes, pues un desequilibrio que propicie el incremento de radicales libres en el organismo a causa de un déficit de antioxidantes puede dar lugar a un daño celular severo.
Las personas que realizan actividad física con regularidad o que entrenan intensamente a diario, así como los deportistas profesionales, consumen oxígeno en mayor medida y por ello, activan más procesos metabólicos con la finalidad de producir energía. Esta mayor actividad metabólica, así como el estrés propio de realizar ejercicios físicos intensos, incrementa los niveles de radicales libres.
Si bien nuestro cuerpo cuenta con sistemas antioxidantes propios, en estos casos se requiere de un aporte extra de estas sustancias que no pueden faltar en la dieta diaria.
Aquí van los principales antioxidantes que no debes olvidar en tu alimentación:
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Vitamina C: también llamado ácido ascórbico. La fuente principal de esta vitamina antioxidante por su carácter ácido son las frutas y verduras frescas como guayaba, kiwi, mango, anana o piña, cítricos en general, melón, fresas, pimientos, tomate, coles, verduras de hoja verde u otros.
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Vitamina E: también conocida como tocoferol. Su función principal es evitar la oxidación de lo ácidos grasos poliinsaturados que conforman las membranas celulares. La podemos encontrar en aceites vegetales, granos enteros, nueces, legumbres, germen de trigo o vegetales de hoja verde oscuro.
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Betacarotenos: se conocen bajo el nombre de provitamina A y su función es proteger de los radicales libres, prestando acción anticancerígena en algunos tejidos específicos. Sus fuentes alimentarias son aquellas hortalizas de color amarillo, naranja o rojizo, tales como el maíz, los tomates, zapallo, zanahoria, ajíes, pomelo rosado.
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Fenoles: tienen fuerte acción antioxidante y entre ellos encontramos los flavonoides que constituyen los pigmentos azules, azul-rojizo y violeta. Los podemos encontrar en cebollas rojas y amarillas, manzanas, brócoli, uvas rojas, vino tinto o jugo de uva. Las isoflavonas podemos hallarlas en porotos de soja u otras legumbres.
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Selenio: es un mineral que podemos encontrar en hortalizas o frutas cuando éstos son cultivados en suelos ricos en selenio. El cuerpo humano requiere de muy pocas cantidades, por lo que mediante la incorporación habitual de fruas y verduras a la dieta no suelen existir carencias.
Éstos son los principales antioxidantes que podemos adquirir de los alimentos, ya que el resto de las sustancias o sistemas que contribuyen a neutralizar los radicales libres se encuentran en el interior del organismo como es el caso de las enzimas glutation peroxidasa o catalasa.
Es fundamental en la dieta de un deportista la presencia adecuada de antioxidantes, ya que se ha demostrado científicamente que los mismos previenen las lesiones y favorecen su recuperación, al mismo tiempo que impiden el desarrollo de infecciones del tracto respiratorio u otras.
Ya sabes, para no oxidarte y así poder continuar con un rendimiento óptimo y lleno de vitalidad, no olvides de incorporar a tu dieta algunos de los alimentos nombrados ricos en antioxidantes.
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