En estas fiestas es casi una obligación excederse. Las cenas y las comidas suelen ser mastodónticas en cuanto a cantidad de alimentos y a ingesta de vino y otras bebidas alcoholicas.
No creo que debamos ser unos radicales para tener hábitos saludables, así que esta entrada no está enfocada a tratar de convencerte de que te moderes (que tampoco está demás), sin embargo te sugiero unos consejos para minimizar las consecuencias.
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Sabemos que nochebuena, navidad, nochevieja y año nuevo son las citas inevitables con los abusos. Los demás días, procura ser especialmente cuidadoso con la dieta: ligera y en cantidades pequeñas, mucha hidratación y poniendo el acento en frutas, verduras y hortalizas.
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Si vas a beber alcohol, hazlo durante la cena (o la comida) y junto con los platos más grasos: el riesgo de resaca o de malestar estomacal se reducirá. Por supuesto, si tienes que volver del evento conduciendo, olvida el vino.
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Cuando se haya terminado la sobremesa de la comida o al día siguiente de la cena, procura dar un largo paseo al aire libre. Te ayudará a despejarte, a poner el metabolismo en marcha y a disfrutar del recuerdo de la velada
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No seas duro contigo mismo, cada momento tiene su función y por bajar un poco la guardia durante estas fiestas tampoco pasa nada. Eso sí, elige bien los días que te vas a permitir un capricho y no te dejes llevar por una sucesión de comilonas.
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