Los directivos de Mercadona saben que sus clientes viralizan sus productos en las redes sociales, lo que hace que continuamente prueben nuevos alimentos. En Vitónica ya hemos hablado de muchos de ellos, pero no habíamos descrito aún, a pesar de llevar ya un año de comercialización, de la pechuga de pollo al natural en lata. ¿Merece la pena comprar este producto? Vamos a analizarlo.
Pechuga de pollo al natural en lata: otro "nuevo" producto viral de Mercadona
Mercadona ha vuelto a aparecer en Tik Tok al viralizarse otro de sus productos, como ya pasó con el cruapán o el pan bajo en hidratos y altos en grasas, entre otros. En este caso no es un producto nuevo, ya que se comercializa desde finales del año pasado, pero como pasa con las redes sociales, se ha viralizado estos días.
El producto es un paquete de dos latas de pechuga de pollo al natural. Estamos acostumbrados al atún enlatado, así que es la misma versión, pero en este caso con pechuga de pollo. De la misma forma que el atún, podemos utilizarlo para añadirlo rápidamente a una ensalada, al arroz o a la pasta.
Ingredientes y valor nutricional
La lata contiene pechuga de pollo, agua y sal. A simple vista no parece un mal procesado porque solamente tiene tres ingredientes, pero hay uno de ellos con el que debemos tener cuidado: la sal.
El producto se vende en dos latas de 80 gramos cada una, 160 gramos en total. Una vez escurrido el peso por lata es de 52 gramos, siendo el peso del pack entero de unos 104 gramos. Por cada 100g de peso escurrido (el pack prácticamente) nos aporta 30 gramos de proteína, que está en el rango de cantidad recomendable de proteína que tenemos que ingerir por comida.
Este alimento no contiene hidratos de carbono y solamente 1,5 de grasas propias del pollo. Una cantidad muy similar (1,4 gramos) son de sal añadida, que no debe ser un problema si en lugar de añadir sal a la comida utilizamos la propia sal de este producto. Debemos tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de sal de menos de cinco gramos al día.
Sí es una "carne procesada", pero no lo es
Este producto es procesado porque se ha sometido al alimento natural, la pechuga de pollo, a un procesado para introducirlo en una lata y conservarlo. Sin embargo, está lejos de la familia de carnes procesadas como el embutido o las salchichas, y también sus efectos nocivos.
El consumo de carne procesada, especialmente si es roja, se asocia con diferentes tipos de cáncer. Dicha asociación está respaldada por un el nivel más alto de evidencia científica. La pechuga de pollo en lata de Mercadona no forma parte de ese grupo de carne procesada peligrosa.
Ocurre lo mismo con muchas latas de pescado en conserva que tienen las propiedades del mismo alimento al natural, por lo que pueden utilizarse en esos momentos en los que no nos da tiempo a cocinar, para llevárnoslas de picnic o al trabajo. La diferencia es que se incluyen aditivos que no nos interesan tanto, como sal.
Veredicto: ¿sí o no?
La primera opción siempre debe ser el alimento natural, en este caso pechuga de pollo fresca. Además, el tiempo que se tarda en preparar una pechuga a la plancha no es excusa porque tardamos casi lo mismo que en abrir dos latas y escurrirlas.
En el caso que tengamos que recurrir a una compra rápida porque nos vamos de picnic, o porque vamos a comer en el trabajo y no hemos llevado comida, sí puede ser una excelente opción para añadir proteína de calidad a esa comida. Por lo tanto, le damos un sí, pero como recurso rápido de urgencia, no para consumir frecuentemente. Para ello tenemos la pechuga fresca.
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