Ya sabéis que en las últimas semanas Chicote ha estado acudiendo a hospitales, chiringuitos y fiestas populares para analizar la seguridad alimentaria de estos lugares como parte de su programa "¿Te lo vas a comer?". Esta semana, como parte del último capítulo de la temporada, Chicote va a analizar si el pescado que nos dan en los restaurantes coincide con el que nos ofrecen en la carta.
Según la información que ofrecen en la página web del programa, la OCU indica que uno de cada tres pescados que nos ponen en los restaurantes no se corresponde con el que nos han ofrecido o aparece en la carta. Para hablar de ello y de las implicaciones que esto tiene para nosotros como consumidores, hemos hablado con Daniel Ursúa (@Nutri_Daniel), dietista-nutricionista y Beatriz Robles (@Beatrizcalidad), tecnóloga de alimentos y consultora de seguridad alimentaria.
Por qué se lleva a cabo este fraude
Ante la sorpresa con respecto a las cifras que se manejan, hablamos con los dos expertos para que nos cuenten por qué ocurre esto. Beatriz nos cuenta que este no es un problema exclusivo de España: "tampoco es específico de un canal de venta sino que pasa en otros puntos de la cadena alimentaria".
La tecnóloga en alimentación nos ofrece una serie de datos del último informe de la FAO: "en Canadá, el 50% de las muestras analizadas procedentes de restaurantes y tiendas de venta al por menor estaban mal identificadas. En EEUU, investigaciones en distintas zonas y tipos de restaurantes han cuantificado error en la identificación entre el 16,5% y el 47%. En España o Grecia 30%, el de los productos elaborados con merluza son en realidad pescados de otras especies africanas".
No es el único estudio, tal y cómo nos indica Robles, otra investigación reciente encontró que se daba una práctica fraudulenta en el 31% de los 53 restaurantes en los que habían recogido muestras.
Preguntados por el motivo, esta nos explica que la investigación sugiere que hay varios: "contaminación cruzada: como los análisis que se realizan identifican las especies en función del material genético encontrado, puede aparecer DNA procedente de otras especies".
Otros motivos pueden ser las malas prácticas: "identificación poco clara en los almacenes, falta de conocimiento para reconocer las especies o prácticas intencionadamente fraudulentas (es decir, para vender especies más baratas a un precio elevado). En este sentido, Daniel Ursúa nos indica lo siguiente: "cuando el pescado está limpio y cortado es muy difícil de diferenciar la especie, por lo tanto, es la oportunidad perfecta para el fraude".
Implicaciones para el consumidor
Al preguntarles cómo puede afectarnos esta práctica a nosotros como consumidores, Daniel nos indica que no tiene por qué ocurrir nada y no debemos caer en el alarmismo. Sin embargo, si existen algunas cosas que debemos tener en cuenta: "los principales problemas podrían venir por cuestiones de alergias y, por lo general, no se conocen alergias a pescados concretos". Es decir, o se tiene alergia a todos o a ninguno.
Sin embargo, tal y como nos explica Daniel, puede llegar a ocurrir que uno en concreto nos dé alergia: "no quiere decir que no existan y podría existir un riesgo". En cualquier caso, el experto aclara que el mayor perjuicio es para nuestro bolsillo, pero hay cosas como el fraude que debemos tener en cuenta.
En sus palabras: "cuando alguien comete fraude se pierden las garantías a todos los niveles. Incluidos los de las buenas prácticas de manipulación, conservación o aditivos. Si las cosas no se hacen de forma legal en un aspecto concreto, no tenemos la certeza de que lo hagan en otros aspectos".
Qué dice la normativa
La tecnóloga en alimentación nos cuenta qué dice la normativa al respecto: "el Reglamento 1169/2011 obliga a que la información que se facilite al consumidor sea precisa, clara y fácil de comprender y que no inducirá a error, en particular: a) sobre las características del alimento y, en particular, sobre la naturaleza, identidad, cualidades, composición, cantidad, duración, país de origen o lugar de procedencia, y modo de fabricación o de obtención".
En el caso de que se viole esta normativa, cada estado de la Unión Europea es responsable de asegurar que las empresas cumplen la normativa y de llevar a cabo las sanciones en caso de que no ocurra: "las medidas pueden ser desde hacer un seguimiento del establecimiento, retirar el producto del mercado, exigir la identificación correcta, destrucción del producto, avisos a la empresa y multas".
Este tipo de medidas son únicamente para el caso en el que el problema sea un etiquetado erróneo o fraudulento, pero la situación puede ser más grave si afecta a la seguridad alimentaria, tal y cómo nos indica Beatriz: "es el caso de los pescados que proceden de zonas con contaminantes tóxicos o si se comercializan especies tóxicas haciéndolas pasar por especies comestibles. En estos casos, las sanciones pueden ser administrativas, pero también penales, en función del daño ocasionado".
Qué hacer como consumidores
La realidad es que es difícil saber si el pescado que nos están dando es diferente al que aparecía en la carta tal y como nos indica Ursúa: "es muy difícil saberlo, ya que el propio restaurante puede ser victima de ese fraude, pero, tanto a nivel de mayoristas, como a nivel de restauración".
En cualquier caso, ambos expertos nos dan algunas pistas que podemos tener en cuenta: "para la Comisión Europea, una pista puede ser el precio: si es demasiado barato, es probable que nos estén dando gato por liebre" nos indica Beatriz. Daniel se muestra de acuerdo: "si algo que debería ser caro, es barato, debemos desconfiar".
Daniel Ursúa nos habla también de la trazabilidad: "cuando todo se hace por los cauces legales, existe una trazabilidad que podemos comprobar". Beatriz, por su parte, nos recuerda que esta trazabilidad se debe hacer antes de que el pescado llegue al comensal.
En cualquier caso, tal y cómo nos indica Beatriz: "la única herramienta al alcance del consumidor es la información facilitada por el establecimiento. Si en la carta aparece una especie como reclamo, pero en el momento de pedirlo reconocen que es otra, el restaurante nos estaría dando información correcta antes de que se complete la venta. En estas circunstancias se puede optar por pedir la hoja de reclamaciones".
Imágenes | La Sexta, Unsplash, Pixabay
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