La chirivía, también denominada pastinaca, es una hortaliza de raíz de aspecto muy semejante a la zanahoria aunque de un color y sabor diferente. Te contamos sus propiedades, beneficios y cómo puedes sumarla a la dieta habitual.
Propiedades de la chirivía
La chirivía es ante todo fuente de hidratos complejos, pues si bien posee una elevada proporción de azúcares naturales, también es fuente de fibra en apreciables cantidades, entre las que destaca la lignina y las pectinas como señala un estudio publicado en 2012.
En cuanto a sus micronutrientes destaca la presencia de potasio, y en menor medida calcio, magnesio, vitamina C y vitaminas del grupo B.
Su contenido en lignanos y pectina, así como sus fructooligosacáricos constituyen componentes con efecto prebiótico en nuestro cuerpo y por ello, podrían tener beneficios sobre la flora intestinal.
Asimismo, debido a su fibra la chirivía absorbe gran cantidad de agua tanto durante la cocción como durante su paso por nuestro aparato digestivo, resultando así un alimento muy saciante.
Beneficios de la chirivía
Debido a su gran contenido de fibra que puede alcanzar el 30% de su materia seca, la chirivía puede contribuir a la prevención y el tratamiento del estreñimiento, siendo incluso beneficiosa para la salud intestinal y para el sistema inmunitario por favorecer el cuidado de la microbiota.
Es además, una buena fuente de hidratos para quienes tienen diabetes, realizan deportes o bien, buscan adelgazar, ya que su índice glucémico es reducido y así, ofrece poco a poco glucosa a nuestro cuerpo.
Incluso, en roedores se ha demostrado que su consumo podría generar cambios positivos en lípidos en sangre, ayudando de esta forma a reducir el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas.
Lamentablemente, la chirivía también contiene psoralenos que no se reducen con la cocción como señala un estudio de la revista Science y este componente es un mutágeno muy usado junto a radiación ultravioleta para el tratamiento de enfermedades como la psoriasis o el vitíligo. Por eso, muchos dudan de su seguridad aunque no hay investigaciones que confirmen daños severos en este sentido, en humanos.
Cómo usar chirivía en la cocina
La chirivía es una hortaliza que se consume sobre todo, cocida, pues su almidón es muy resistente a la digestión de nuestro aparato digestivo.
Podemos consumirla sin su piel o bien con la misma, habiéndola higienizado muy bien previamente.
Va muy bien en cremas o sopas, asadas a modo de guarnición, en brochetas tal como si fuera nabo, o bien, salteadas en reemplazo de zanahorias por ejemplo.
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