Comer fuera de casa se ha convertido en un hábito cada vez más recurrente en la rutina diaria de muchas personas, sobre todo aquellas que por una incompatibilidad de horarios laborales no pueden comer en el hogar.
Los recipientes para almacenar alimentos, conocidos mundialmente por el término 'tupper', han cobrado una especial relevancia en la alimentación de muchas personas, sin embargo pocas veces reparamos en la importancia que tiene vigilar su deterioro con la finalidad de que duren mucho más tiempo para cumplir su propósito protector.
Por ello, en el post de hoy te damos las claves para conservar en adecuado estado tus tuppers y comprender cuando debemos renovarlos.
Revisar los símbolos que los acompañan
El primer paso para alargar la vida de nuestros tuppers consiste en entender los símbolos que acompañan a estos envases. De lo contrario, estaremos poniendo en riesgo la integridad de nuestro envase al someterlo a temperaturas excesivas o procesos de limpieza para los que no está preparado.
Gracias a los símbolos podemos encontrar toda la información necesaria para hacer un buen uso del producto, y, por lo tanto, alarga su vida útil de forma considerable.
Es básico que busquemos el símbolo de un tenedor y una cuchara, o similares, los cuales nos indicarán que estamos ante un material apto para entrar en contacto con alimentos. Además, existen muchos otros símbolos para identificar si el producto es apto o no para microondas y lavavajillas, así como otros parámetros útiles que indican la temperatura máxima que resiste el tupper, por ejemplo.
Elegir un buen material
No es lo mismo utilizar plástico que vidrio en nuestros tuppers, ya que cada material se adapta a una necesidad concreta, que puede variar según nuestra rutina y hábitos diarios.
Por ejemplo, si optamos por tuppers de vidrio probablemente tengamos mayores problemas en el transporte diario ya que el vidrio es más pesado. Además, corremos el riesgo de que el recipiente se rompa. Por el contrario, el vidrio es mucho más fácil de limpiar.
Si elegimos un tupper de plástico, debemos saber que existen diferentes variedades de este material según su composición, aunque el polipropileno suele ser el tipo de plástico más utilizado. Sin embargo, el plástico duro o tritán es una de las mejores opciones que podemos elegir, ya que ofrece la ligereza y resistencia del plástico, mientras mantiene la dureza del vidrio, así como la estabilidad ante ciertas temperaturas.
Cuidado con el lavavajillas
La limpieza habitual del tupper es uno de los principales factores que puede ayudar a su rápido deterioro. No estamos recomendando dejar los tuppers sin lavar —faltaría más—, de hecho es recomendable hacerlo lo más rápido posible sin dejar mucho tiempo el envase en el fregadero, ya que de lo contrario pueden proliferar patógenos en la superficie del tupper, comprometiendo su integridad y seguridad alimentaria.
Lo recomendable es revisar si nuestros tuppers son aptos para lavavajillas, y si no lo son, lavarlos a mano. La opción del lavavajillas siempre será más fiable, además de cómoda, ya que ofrece una limpieza mucho más exhaustiva ante posibles microgrietas y espacios de difícil acceso.
El rango de temperaturas es vital
En algunos tuppers podemos encontrar indicada la temperatura que el material es capaz de resistir. Esto nos permite adecuar el tipo de recipiente exacto según nuestras necesidades y preparaciones culinarias.
No todos los tuppers son aptos para microondas, por lo que debemos prestar especial atención y buscar el símbolo correspondiente que normalmente se representa con un cuadrado conteniendo ondas que simulan el calor, pudiendo también indicarse expresamente mediante el término 'micro' o 'apto para microondas'.
El calor es capaz de degradar los materiales, sobre todo el plástico, favoreciendo la migración de componentes potencialmente peligrosos para la salud. Por eso es sumamente importante que utilicemos un tupper apto para microondas, lo que nos permitirá hacer un uso responsable del microondas y de nuestros envases.
¿Cuándo renovar nuestros tuppers?
Si vemos que el tupper está agrietado, roto, o directamente no cierra, lo mejor será deshecharlo. Recordemos que un tupper no solo cumple una función de envoltorio, sino que también protege al alimento de factores ambientales como la humedad, luz, o ciertos olores de otros alimentos, por lo que es vital garantizar que el envase cierre correctamente.
La pérdida del color, forma, así como la consistencia y dureza del tupper, en el caso de aquellos elaborados con plástico, son muestras más que suficientes para considerar la jubilación de nuestro recipiente. En definitiva, el sentido común suele ser el mejor indicativo para saber cuándo debemos tirar un tupper a la basura.
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Imágenes | Envato Elements
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