Entre los diferentes cuerpos grasos que podemos sumar a nuestra dieta habitual encontramos la mantequilla y la margarina, que resultan alternativas aptas para untar pero también disponibles para cocinar. Aunque no son los alimentos fuente de grasas más recomendados, como nutricionista respondo a la pregunta de qué engorda más: mantequilla o margarina.
Mantequilla vs. margarina
La mantequilla en su formato más tradicional, no es más que la grasa láctea que ha sido solidificada tras el batido, amasado y lavado.
Por su parte, la margarina nace como un sustituto de la mantequilla y se elabora a modo de emulsión con diferentes tipos de aceites, con frecuencia de origen vegetal.
La mantequilla en general se compone de alrededor del 80% de grasas de las cuales son en su mayoría ácidos grasos saturados derivados de la leche, ofreciendo al mismo tiempo una gran cantidad de vitamina A, vitamina D y E.
La margarina en su forma más básica aporta alrededor de un 60% de grasas de las cuales alrededor de un tercio son grasas saturadas, pero en su mayoría provee de ácidos grasos insaturados.
La margarina a diferencia de la mantequilla posee una inferior proporción de vitaminas liposolubles y con acción antioxidante, mientras que la mantequilla posee muchas más calorías que la primera.
Un dato no menor a considerar es que con frecuencia las margarinas incluyen aceite de palma, qué ante todo resulta fuente de grasas saturadas; y también (aunque ya no es tan frecuente) puede ofrecer aceites vegetales hidrogenados o lo que es igual, grasas trans perjudiciales para el organismo.
¿Qué engorda más?
En ambos casos se aconseja un consumo moderado, ya que se trata de cuerpos grasos que nuestro nuestro organismo requiere en escasas cantidades y que poseen una inferior calidad nutricional respecto al aceite de oliva extra virgen, colmado de polifenoles con efecto antioxidante y antiinflamatorio en nuestro cuerpo.
Si bien ninguna de las alternativas son aconsejables para consumo diario, como nutricionista diría que engorda más la margarina, que resulta un procesado que puede ofrecer la gran cantidad de sal y sodio así como también diferentes tipos de grasas y una escasa proporción de vitaminas y minerales valiosos.
La mantequilla resulta un alimento que puede ser muy natural y básico, ofreciendo una gran cantidad de grasas saturadas cuya ingesta no es tan nociva como pensamos sino que su vínculo con el riesgo de síndrome metabólico no se puede constatar, así como tampoco hay evidencia suficiente de que su consumo ocasione mayor riesgo cardiovascular.
En Vitónica | La guerra por las grasas: ¿es mejor optar por la mantequilla o por la margarina?
Imagen | Sorin Gheorghita
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