La dieta cetogénica es una de las más afamadas en los últimos tiempos. Las evidencias cada vez avalan más su uso y los resultados resultan prometedores. Un nuevo metaanálisis ha confirmado este hecho.
Entre sus conclusiones está la comprobación de que funciona de manera segura y eficaz a la hora de perder peso, en pacientes con obesidad. ¿Qué podemos interpretar a partir de este estudio? Vamos a revisar algunas cuestiones sobre esta dieta y sus consecuencias para la salud.
¿En qué consiste la dieta cetogénica?
Lo primero es lo primero, ¿en qué consiste la dieta keto, o cetogénica, y qué beneficios se le atribuyen? Este patrón alimenticio induce la producción de cuerpos cetónicos en un proceso denominado cetosis. Para ello hay que reducir al máximo la cantidad de glúcidos, los mal llamados hidratos de carbono. La cetosis se produce principalmente en el hígado, donde la grasa se transformará, tras un pequeño recorrido, en cuerpos cetónicos.
Normalmente, la grasa se emplea para producir energía mediante el ciclo de Krebs. Sin embargo, en situaciones en las que no hay glúcidos, algunos componentes de los ácidos grasos van a un metabolismo más rápido pero menos eficiente. En él se forman moléculas "especiales" como el acetoacetil coenzima A que termina dando acetona, ácido acetoacético o ácido betahidroxibutírico.
En otras palabras, cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos se usan con la inmediatez de la glucosa, para obtener energía, a costa de las grasas. Al ser más ineficiente, necesitamos más grasa para la producción de la misma cantidad de energía.
Por esta cuestión y por el control hipocalórico, la dieta cetogénica ha demostrado ser útil en la pérdida y control de paso, en varios estudios. Según apuntan algunos estudios, la dieta cetogénica también ayuda a mantener los niveles de saciedad, ayudando a controlar mejor la ingesta en los pacientes que la practican. Con la reducción de la ingesta, viene la pérdida de peso y sus beneficios, por supuesto.
¿Qué dice el nuevo metaanálisis?
Tras analizar cuatro bases de datos con cientos de artículos, y tras un repaso sistemático de la literatura científica más actual, un nuevo metaanálisis sobre la dieta cetogénica pone de manifiesto que esta sirve, según los datos, para perder una cantidad significativa de peso de manera rápida. El metaanálisis se centra sobre todo en personas con sobrepeso y obesidad, en este caso.
Esto es importante porque su objetivo no es trabajar con personas en el normopeso ni en sus implicaciones. Otro detalle del análisis es que en él tampoco se centran en los resultados a largo plazo (siguiendo o sin seguir una dieta cetogénica). Por el contrario, sí que analizan si la pérdida de peso parece segura atendiendo a otras variables biológicas, entre otras cosas.
A tenor de los resultados, la dieta cetogénica no solo ayuda de forma muy efectiva a perder peso en estos pacientes, sino que mejora sustancialmente sus parámetros de salud. Por otro lado, otro de los resultados que señalados es que los investigadores creen que la dieta cetogénica, más que una "terapia de primera línea" para trabajar la obesidad, debería ser una herramienta.
Esto es, un complemento más en una estrategia de múltiples factores con las que trabajar el verdadero problema del sobrepeso y la obesidad: la mala educación nutricional. Los investigadores dejan claro que no es la intervención puntual, con o sin dieta cetogénica, sino el cambio de estilo de vida el que asegura un resultado perenne y aleja al paciente de un pernicioso efecto rebote.
Los beneficios ya han sido comprobados, pero...
Cada vez existen más estudios defendiendo el valor de la dieta cetogénica como una herramienta eficaz para tratar el exceso de peso y la obesidad. Como decíamos, varias investigaciones han comprobado que puede ser útil para reducir la obesidad. Otros, producidos por los mismos investigadores, del laboratorio de Fisiología, en la Universidad de Padua, han abordado la cuestión desde diferentes ángulos.
Trabajos como el metaanálisis del Instituto Boden de obesidad, nutrición, ejercicio y trastornos de la alimentación, de la Universidad de Sydney. Recordemos que los metaanálisis son los estudios que mejor sustentan las evidencias ya que recopilan decenas o centenas de trabajos y analizan su metodología y sus conclusiones.
No obstante, y a pesar de todas las bondades atribuidas a este patrón dietético, hay que tener en cuenta que la dieta cetogénica no está pensada para todos los pacientes. La cetosis ocurre porque nuestro corazón y nuestro cerebro necesitan aportes constantes de glucosa. Si esta no está disponible, no se puede detener el suministro, como ocurriría con un músculo. Estos dos órganos recurren a los cuerpos cetogénicos como medida "desesperada". Si, por la razón que sea, este aporte falla, tenemos un problema grave.
En caso de sufrir diabetes u otro problema metabólico, la dieta cetogénica queda automáticamente descartada. Insistimos, es un tipo de herramienta para ciertas situaciones, algo a lo que recurrir con la supervisión de un experto y no una mera "dieta milagro" para perder peso, por muy efectiva que se muestren los metaanálisis que la analizan.
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