Las dietas de adelgazamiento o hipocalóricas tienen mala fama, pero la verdad es que si se planifican bien las comidas y se eligen los alimentos adecuados pueden ser muy llevaderas y restaremos calorías fácilemente a nuestra dieta. Hoy os proponemos un ejemplo de desayuno bajo en calorías.
Al té o infusión podemos añadir algo de leche, para así darle más sabor. O si preferimos podemos tomarla sólo con agua, que es donde nos estaremos ahorrando unas cuantas calorías. Eso sí, no nos pasemos con el azúcar, si utilizamos edulcorantes mejor.
La naranja, como cualquier fruta, tiene muy pocas calorías y muchas vitaminas y minerales. Bajo en calorías no debe ser sinónimo de mala nutrición o deficiencias. Ahora que estamos en la época, las mandarinas son también otra opción válida.
Un desayuno que se precie debe tener su ración de hidratos de carbono, y aqui la obtenemos con una tostada de queso fresco y miel. El queso fresco nos aporta calcio y vitamina D a cambio de una cantidad razonable de calorías. Y la miel es la bomba energética de este desayuno, por eso hay que medir bien la cantidad, con una cucharada pequeña da el suficiente sabor y las calorías justas.
Las nueces nos aportan grasa de la buena y energía. También hay que tener cuidado con ellas, si nos pasamos ya estamos metiendo muchas calorías. Un puñado mediano que serán unas 2-3 nueces enteras es suficiente para completar este desayuno.
En una dieta hipocalórica de unas 1500-2000 kcal este puede ser un desayuno representativo, aunque como siempre decimos la variedad es lo esencial en nutrición y podemos ir alternando la fruta, el tipo de infusión y los ingredientes de la tostada, o añadir algún cereal bajo en grasa y rico en hidratos y proteínas como la avena.
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