Como bien sabemos, para aumentar de peso tenemos que tener superávit calórico, independientemente de la comida que ingieras. En el caso de los frutos secos, al ser un alimento alto en calorías y grasas saludables, es frecuente pensar que su consumo puede provocar un aumento de peso.
Si que es cierto que su ingesta tiene que ser controlada al ser un alimento calórico, pero en este artículo te mostraremos que a parte de no engordar, pueden ser un alimento muy bueno para tu salud.
Tiene unos grandes beneficios para la salud
Varios estudios han demostrados que la ingesta de frutos secos tienen unos efectos positivos en la salud gracias a su gran contenido de fibra, vitaminas y minerales, a parte de ser una gran fuente de antioxidantes.
Todo ello implica que mejoren el estado holístico de salud de la persona que los consume, mejorando el flujo sanguíneo, la salud digestiva, una disminución del daño oxidativo y un riesgo reducido de muchas enfermedades.
Es más, el consumo frecuente de frutos secos bajos en azúcares ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes e incluso puede ayudar a disminuir las probabilidades de muerte prematura.
Ayudan a disminuir el tejido adiposo
La revista Obesity Reviews realizó una revisión sistemática y un metaanálisis, junto con ensayos controlados para demostrar que una mayor ingesta se puede llegar a asociar a reducciones en el peso y grasa corporal.
Tras involucrar a 5.783 participantes, los análisis mostraron que los frutos secos se asociaron a una menor incidencia de sobrepeso y/o obesidad, sobre todo en la ingesta de nueces, donde vieron que su consumo se relacionaba con una bajada de peso, gracias a su capacidad de degradación y absorción de las grasas.
Además, al ser un alimento con un alto componente calórico, pueden también aumentar la termogénesis y el gasto energético, promoviendo aún más la pérdida de peso.
Aunque también afirmaron que si el consumo de frutos está por encima de los niveles recomendados (de 30 a 45 gramos al día) si que puede contribuir al aumento de peso, conduciendo así a la obesidad. Aún así, no olvidemos que esto puede suceder con todos los alimentos que integramos en nuestra dieta.
Así mismo, una ingesta regular de frutos secos puede ayudar a mejorar el perfil lipídico de la persona que los consume, como también reducir el colesterol total, sobre todo el colesterol LDL.
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