Es la noticia de la semana: el supermercado Carrefour ha comenzado a comercializar los primeros insectos destinados a consumo humano en España en una gran superficie. Se trata de gusanos molitor, grillos y gusanos búfalo, que suelen usarse como comida para las mascotas y en algunos casos como cebo de pesca, pero debidamente aderezados para que su sabor se adapte a los gustos de las personas.
Los hemos probado en una cata a ciegas y en una cata vista, y analizamos su composición nutricional para explicaros si realmente merece la pena comprar estos insectos comestibles como aperitivo o tapa. ¡Dentro vídeo!
¿Cómo son los nuevos insectos comestibles de Carrefour?
Los insectos comestibles de Carrefour se presentan, por ahora, en tres variedades diferentes: gusanos molitor con sabor a ajo y finas hierbas, grillos con sabor a barbacoa y gusanos buffalo con sabor a chili. Las dos variedades de gusanos vienen en raciones de 18 gramos, mientras que la ración de grillos es de 14 gramos (un puñado, en ambos casos).
Los insectos tienen una textura crujiente, con un acentuado sabor a la salsa que los acompaña: en nuestra cata todos los voluntarios, tanto los de la cata a ciegas como los que los han probado después de verlos, han coincidido en que les ha recordado a comer pipas o un mix de frutos secos.
El precio de cada una de las cajitas de insectos es de siete euros los 14 o 18 gramos. Esto significa que el kilo de gusanos nos sale a 388 euros, mientras que el kilo de grillos alcanza los 500 euros. Para que os hagáis a la idea, el kilo de percebe extra está a 176 euros el kilo.
¿Qué nos aportan los insectos nutricionalmente?
La característica más importante de los insectos comestibles es su alto contenido en proteínas, que puede llegar a ser casi la mitad de su peso (43 gramos de proteína por 100 gramos de producto en el caso de los grillos).
Para que podáis comparar con otros alimentos, 100 gramos de pechuga de pollo tienen aproximadamente 22 gramos de proteína; el atún, por su parte, contiene unos 12 gramos de proteínas por 100 gramos.
Los insectos comestibles son, además, bajos en grasas y en carbohidratos cuando se encuentran al natural.
¿Son los insectos comestibles una buena opción para picotear de forma saludable?
El problema principal que nos encontramos con estos insectos comestibles de Carrefour aptos para consumo humano es que vienen aderezados con una buena cantidad de salsas. Esto, obviamente, se hace para tratar de limitar el sabor natural del gusano y darle al consumidor un sabor que conoce y que es agradable para él.
¿Qué efecto tiene esto sobre los insectos? Básicamente que los convierten en un producto ultraprocesado, con un montón de ingredientes, entre ellos una buena cantidad de azúcar añadido y sal. Lo que en un principio podía parecer una opción muy saludable, al pasar por el procesado y el añadido de diferentes productos pasa a ser un producto no tan recomendado.
En cuanto a la cantidad de proteína de los insectos, es cierto que es muy alta. El principal problema es que las raciones en las que se comen los insectos son muy pequeñas. Si tomamos una cajita entera de las que comercializa Carrefour (18 gramos de gusanos y 14 gramos de grillos) estaríamos consiguiendo 7,74 gramos de proteínas en el caso de los gusanos buffalo, 6,3 gramos de proteína en el caso de los gusanos molitor y 5,22 gramos de proteína en el caso de los grillos.
Si queréis comparar, un huevo que suele pesar alrededor de los 65 gramos, dependiendo del tamaño y la variedad, contiene unos 8,9 gramos de proteína. Y además es muchísimo más barato.
Insectos comestibles: la opinión de Vitónica
¿Merece la pena comprar estos insectos comestibles para acompañar nuestra cerveza (sin alcohol) del aperitivo? Sinceramente, pensamos que no: no dejan de ser un producto ultraprocesado que cuenta con sal y con azúcar añadido.
Si queremos consumirlos por su aporte de proteínas, existen alimentos más accesibles y más baratos que pueden realizar un aporte similar por ración. Si lo hacemos por razones de cuidado del medio ambiente, debemos tener en cuenta que estos insectos son importados (de granjas europeas, eso sí), por lo que quizás sería buena idea esperar a que se produjeran en nuestro propio país para reducir su huella de carbono.
Por otro lado está el tema del precio: siete euros por 14 o 18 gramos de insectos es un precio elevadísimo que no lo hace accesible a muchas personas.
Probarlos para degustar algo diferente tiene cabida; su consumo continuado en nuestro día a día, mucho menos.
Imágenes | Vitónica
Vídeo | Vitónica en Youtube
Ver 29 comentarios