La situación general en relación a la crisis del coronavirus CODVID-19 está preocupando notablemente a la población de todo el planeta. De hecho, en los últimos días, hemos visto cómo algunos supermercados españoles han sido arrasados por masas de consumidores dispuestos a adquirir cantidades ingentes de alimentos, un evento que también se ha replicado en otros establecimientos europeos.
A pesar de tratarse de comportamientos de compra exagerados y que no son necesarios dada la situación actual, lo cierto es que conviene estar informados sobre qué alimentos serían más prioritarios llegados a una situación real de cuarentena por coronavirus, basándonos estrictamente en cuestiones nutricionales y de seguridad alimentaria.
Debemos priorizar alimentos no perecederos
Por supuesto, los alimentos que requieran frío para su conservación deben ser menos prioritarios. Esta recomendación aplica a carnes y pescados frescos, lácteos, huevos, y cualquier tipo de preparado alimenticio que deba estar dentro del frigorífico como los embutidos y fiambres. Sin embargo, en los casos donde sea posible, siempre podemos congelar el alimento para consumirlo en momentos posteriores.
Si por algún motivo no contamos con la posibilidad de refrigerar alimentos, estas recomendaciones deben ser todavía más estrictas. Consumir alimentos perecederos almacenados fuera de la nevera puede suponer un riesgo muy elevado para nuestra salud, ya que estaremos plenamente expuestos a sufrir intoxicaciones alimentarias. En consecuencia, siempre que sea posible deberíamos priorizar alimentos que puedan conservarse a temperatura ambiente.
Las conservas son clave en una cuarentena
A la hora de afrontar un período de escasez alimentaria, tanto si se trata de una cuarentena como de otro evento similar, siempre hay que priorizar aquellos alimentos que nos ofrezcan una mayor vida útil. Es decir, que aguanten durante más tiempo en condiciones óptimas para el consumo sin provocarnos enfermedades tras su consumo.
En este sentido, las conservas son una auténtica maravilla. Gracias a la acción del calor, aplicación de vacío y el uso de aditivos por parte de la tecnología alimentaria, se consiguen una cifras muy elevadas en lo que a vida útil se refiere. Las duraciones del producto pueden oscilar entre 1 y hasta 6 años, según el tipo de alimento.
Eso sí, una vez abiertas, las conservas ven reducida su vida útil de forma notable, ya que pierden el vacío y están expuestas a agente externos como la humedad, temperatura o la luz. Por ello, es indispensable que respetemos las indicaciones que nos muestra el envase, habitualmente señaladas mediante la frase: "una vez abierto, conservar en frigorífico y consumir antes de X días". Si no tenemos la posibilidad de almacenar el alimento en refrigeración, debemos optar por consumirlo completamente una vez abierto o bien desechar las sobras. Nunca deberíamos almacenar el alimento sobrante para consumir en días posteriores.
Además, debemos vigilar el estado del envase antes de consumirlo. Las latas hinchadas deben ser descartadas inmediatamente, ya que podrían contener Clostridium botulinum, una peligrosa bacteria capaz de producir la toxina botulínica con fatales consecuencias para la salud humana.
También debemos cuidar las necesidades nutricionales
En un período tan delicado como una cuarentena, el consumo de alimentos saludables podría ser desplazado a un segundo plano. Sin embargo, debemos recordar que la ingesta de macronutrientes, vitaminas y minerales es fundamental para mantener un estado óptimo de salud, por lo que no deberíamos descuidar el aspecto nutricional.
Alimentos ricos en proteínas
Encontramos en las legumbres en conserva, como garbanzos, lentejas y alubias, una opción excelente para cubrir nuestras necesidades proteicas de forma saludable. Además, estas conservas pueden durar en perfectas condiciones hasta 4 años, frente a la vida útil de 1 año que pueden ofrecer las legumbres secas. Igualmente, ambas opciones son totalmente recomendables durante un período de cuarentena de unos pocos días.
Otra elección proteica de interés son las conservas de pescado, como latas de atún, salmón o sardinas. Si nos fijamos en la duración de estos productos, observamos que podrían durar hasta 6 años en perfectas condiciones de consumo.
Alimentos ricos en grasas
Sin duda, el propio aceite de oliva es un recurso muy valioso que nos serviría como fuente de calidad en lo que a grasas se refiere durante una posible cuarentena. Para alargar su duración, debemos intentar almacenarlo fuera del alcance de la luz solar, ya que las grasas se pueden oxidar y enranciar dando lugar a una peor calidad del aceite.
Otros alimentos secos como semillas y frutos secos también son opciones muy interesantes que cuentan con una vida útil prolongada y nos aportan grasas de buena calidad nutricional.
Alimentos ricos en hidratos de carbono
Dentro de este grupo, destacan principalmente los alimentos secos, como las harinas, pastas y cereales como el arroz. Siempre que podamos, es interesante priorizar las variedades integrales de cereales frente a aquellas que son refinadas.
Su duración no es tan elevada como en el caso de las conservas, sin embargo nos aportarán hidratos de carbono en cantidades suficientes para soportar posibles períodos de escasez de alimentos, y serán más que suficientes para una cuarentena de pocas semanas en nuestro domicilio.
Alimentos ricos en vitaminas y minerales
Las conservas vegetales se postulan como uno de los mejores recursos en caso de cuarentena, ya que nos permiten disponer de una amplia variedad de alimentos saludables con una vida útil bastante elevada.
Una combinación suficiente de vegetales, como por ejemplo pimientos, maíz, pepinillos o alcachofas pueden aportarnos una gran cantidad de vitaminas y minerales necesarios en nuestra alimentación.
Alimentos desecados: una opción tecnológica de larga duración
Otro grupo de alimentos que podemos almacenar en caso de cuarentena, son aquellos que han perdido totalmente su composición de agua mediante un proceso tecnológico: los alimentos desecados. Por ejemplo, fruta desecada tipo orejones, dátiles o higos, o incluso proteína en polvo.
Cuando hablamos de alimentos desecados, no nos referimos a alimentos que poseen una baja actividad de agua de forma natural, como por ejemplo los frutos secos, sino a los alimentos que han sido sometidos a procesos de deshidratación para conseguir eliminar el agua dentro de su composición, como puede suceder con la leche en polvo —donde el nombre exacto de la técnica empleada es atomización—.
Esto provoca que la vida útil del alimento se alargue considerablemente, ya que se convierte en un elemento donde los microorganismos tienen grandes dificultades para desarrollarse debido a la ausencia de agua.
Otros productos similares que podemos almacenar, aunque no sean alimentos desecados como tal, podrían ser galletas, barritas energéticas y en general, productos de fácil manejo y transporte. Este tipo de formato es bastante frecuente en maniobras militares, ya que es indispensable ofrecer a los soldados las mayores facilidades posibles en cuanto a la obtención de nutrientes y energía.
Es posible comer saludable en una cuarentena
A pesar de lo que podría parecer en primera instancia, existen multitud de alimentos saludables que pueden consumirse en un período de cuarentena sin grandes complicaciones.
La tecnología alimentaria posibilita, entre otras cosas, el abastecimiento de alimentos en perfectas condiciones sanitarias durante grandes períodos de tiempo. Además, por suerte, cada vez encontramos más opciones saludables de alimentos duraderos en el supermercado.
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