La preocupación ante un posible contagio de COVID-19 por coronavirus en alimentos está siendo más que evidente entre la población. Además, las masificaciones en muchos supermercados españoles no están ayudando precisamente a mitigar ese pensamiento negativo.
Muchos de los productos alimentarios que compramos están envasados y se encuentran envueltos por distintos materiales, como cartón, plástico o incluso aluminio. Otros tantos, como las verduras y frutas frescas que se venden a granel, no cuentan con un envase que las proteja y se encuentran, en cierta forma, más expuestas al ambiente del supermercado.
Por ello, es importante conocer cómo debemos limpiar y desinfectar los alimentos en la situación de cuarentena por coronavirus tras su compra, y en qué condiciones exactas debemos hacerlo.
No hay evidencias de que el coronavirus se propague en alimentos
La situación global en torno a la pandemia del coronavirus sigue evolucionando a cada instante, por ello las recomendaciones sanitarias son cambiantes y pueden modificarse con el transcurso de los días.
En primer lugar, debemos dejar claro que, por el momento, no existe evidencia de que los alimentos sean una vía de transmisión del virus, tal y como ha indicado la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Esto quiere decir que, en principio, no es necesario que sigamos pautas de higiene extra a las que ya vienen recomendándose habitualmente para consumir alimentos de forma segura.
Sin embargo, eso no significa que los alimentos no puedan constituir una fuente de contagio potencial de alguna forma. De hecho, la propagación a través de los envases también plantea ciertas dudas, por ello debemos maximizar las medidas higiénicas y ser precavidos cuando introducimos alimentos en nuestro hogar.
Cómo consumir alimentos de forma segura
Ante esta situación de cuarentena global que estamos viviendo, es importante que desinfectemos adecuadamente todas las superficies del hogar, siendo especialmente cuidadosos en la cocina y su mobiliario.
También, por supuesto, debemos mantener las recomendaciones habituales en materia de higiene alimentaria. No exclusivamente por el coronavirus, sino para prevenir cualquier tipo de intoxicación alimentaria. Por ejemplo, cocinar carne, pescado y huevos completamente, mantener en todo momento separados los alimentos cocinados de los crudos y desinfectar los vegetales y hortalizas que vayan a consumirse en crudo con lejía apta para uso alimentario.
En su defecto, y si no disponemos de este producto de limpieza, podemos sumergir vegetales durante 5 minutos en agua potable con 1 cucharita de postre de lejía (4,5 ml) por cada 3 litros de agua siempre que esta esté etiquetada como “apta para la desinfección de agua de bebida”, según recomienda AESAN en su sitio web oficial. Después, es importante aclarar estos alimentos con abundante agua corriente para obtener un producto totalmente seguro.
Por otro lado, vigilar aspectos críticos como la contaminación cruzada o el almacenamiento adecuado en el frigorífico puede ayudarnos mucho a minimizar los posibles riesgos de intoxicaciones alimentarias. Es importante que refrigeremos en los estantes inferiores aquellos productos susceptibles de exudar (como carnes y pescados frescos), y que prioricemos en las baldas ubicadas en la puerta aquellos alimentos que menos frío necesitan, como bebidas enlatadas, mermeladas y salsas.
Hay que lavarse las manos de forma frecuente
Además de todas las medidas comentadas previamente, sin lugar a dudas el lavado de manos resulta crucial en este momento histórico que estamos viviendo para frenar el avance del coronavirus.
Tanto antes como después de manipular alimentos, debemos lavarnos las manos adecuadamente con agua y jabón. Para ello, podemos seguir las recomendaciones de la OMS para el correcto lavado de manos durante aproximadamente 40-60 segundos y que te mostramos en la siguiente infografía:
¿Cuánto tiempo permanece el coronavirus COVID-19 en materiales?
Por desgracia, conviene resaltar que todavía no disponemos de datos concluyentes en relación a la supervivencia del coronavirus SARS-CoV-2 en superficies y materiales. De hecho, ni tan siquiera existen estudios científicos validados, por lo que únicamente podemos hallar respuestas e indicios en algunas investigaciones que todavía están pendientes de revisión.
Este es el caso de un estudio donde se apuntan los primeros datos sobre el tiempo de supervivencia del coronavirus SARS-CoV-2 en algunos materiales: hasta 3 horas en aerosoles, hasta 4 horas en el cobre (por ejemplo, monedas) y hasta 24 horas en cartulina. Por otro lado, también tenemos algunos datos que apuntan a que este nuevo coronavirus podría resistir hasta 6 horas e incluso 2 y 3 días en plástico (algunos envases de alimentos) y en acero inoxidable (por ejemplo, cubertería), entre 13 horas y 2 o 3 días como intervalo temporal.
Todos estos datos solamente hacen referencia a que el virus podría resistir dicha cantidad de tiempo en esos materiales, pero no sabemos si con una carga suficiente como para provocar la enfermedad COVID-19 en seres humanos.
Ante la falta de datos concluyentes, debemos guiarnos por los principios de prevención con el fin de no extender aún más el virus, intentando desinfectar cualquier superficie o material que sea susceptible de entrar en contacto con el mismo.
¿Debemos limpiar todo lo que compremos?
Debemos tener claro que la vía de transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 es respiratoria, principalmente de persona a persona a través de pequeñas gotitas de saliva y secreciones de la nariz.
Como ya hemos explicado previamente, no hay evidencia de que este virus se transmita vía alimentaria, por lo que no debemos caer en pánico y empezar a desinfectar cualquier producto adquirido en el supermercado a diestro y siniestro. Las prioridades actuales deben ser otras: prevenir el contagio entre personas manteniendo la distancia de seguridad de 1 metro —o más, a ser posible— en las colas del supermercado.
No contamos con datos concluyentes sobre la permanencia del virus en materiales concretos, por ello debemos higienizar los alimentos siguiendo las mismas recomendaciones de siempre. Esto puede extrapolarse a las bolsas de la compra y otro tipo de materiales, siendo especialmente relevante en aquellos hogares donde se encuentren personas pertenecientes a grupos de riesgo.
Cómo actuar ante una situación de contagio
No olvidemos priorizar el lavado de manos y una correcta limpieza y desinfección de utensilios y materiales en contacto directo con personas que ya estén contagiadas por COVID-19.
Si se da una situación de positivo por COVID-19, o si hay sospechas de contagio en el hogar, deben extremarse las medidas con el fin de evitar mayores casos de COVID-19 en nuestra casa, sobre todo si convivimos con personas pertenecientes a grupos de riesgo: con problemas respiratorios, ancianos e inmunodeprimidos.
La medida más urgente consiste en aislar a esa persona en una habitación individual bien ventilada y con un aseo propio donde poder lavarse las manos frecuentemente, a ser posible, además de darle el uso habitual para el que está destinado.
Junto a estas medidas higiénicas generales, conviene extremar las precauciones con los utensilios empleados durante las comidas. Debemos lavar de forma independiente con agua y jabón todos y cada uno de los objetos que hayan podido entrar en contacto con la persona contagiada. Si nuestra cocina no es demasiado grande, podemos limpiar en diferentes turnos para evitar en todo momento la contaminación cruzada entre objetos que han entrado en contacto con el familiar enfermo y aquellos que no.
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