Los edamames forman parte de la comida japonesa y ha sido importada por ella a nuestra alimentación. Posiblemente, la primera vez que visteis estas vainas de soja fuera en un restaurante japonés, como entrante para ir picando mientras llega la comida.
Poco a poco, se han ido convirtiendo en un alimento más habitual en nuestra dieta y ya podemos encontrar edamames congelados en nuestros supermercados. Además de su curioso sabor y de lo divertido que resulta comerlas - casi como si fueran pipas - estas nos aportan grandes cantidades de proteína.
Además, aunque parezca mentira, existen diferentes formas de consumir los edamames, que nos ayudarán a no aburrirnos. Estas siete formas saludables de preparar nuestros edamames nos ayudará a introducirlos en la dieta de forma variada.
Edamame para elaborar falafel
Los más habitual es que el falafel se elabore a partir de garbanzos. Sin embargo, también podemos utilizar los edamames para esta receta y conseguir un delicioso falafel lleno de proteína y fibra.
Esta receta, que nos aportan nuestros compañeros de Directo al Paladar, incluye espinacas, cilantro, harina de avena y, por supuesto, edamames. La receta es tan sencilla como mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una pasta y después formas bolitas con ellas, que hornearemos durante unos 20 minutos.
En ensaladas
Se dice que a las ensaladas se les puede añadir casi de todo y tan solo hace falta un poco de imaginación. Y la verdad es que esto no deja de ser muy cierto. Quizás por falta de costumbre, a veces se nos olvida que hay nuevos ingredientes incluídos en nuestra alimentación que se puede utilizar para elaborar ensaladas.
Este es, también, el caso de los edamame. Podemos incluir este ingrediente en nuestras ensaladas favoritas. Pero eso sí, antes de hacerlo, debemos recordar cocerlos bien y añadirlos una vez que estén fríos.
Los edamame pueden formar parte de cremas
A mí nunca se me hubiera ocurrido plantearme la opción de incluir edamames en una crema, tal vez porque siempre los he visto elaborados de una misma manera. Sin embargo, nuestros compañeros de Directo al Paladar México, nos han sorprendido incluyendo esta vaina de soja en una crema.
Para ello, basta con hervir el edamame juntos con los otros ingredientes que deseemos - en este caso chalotas y espinacas - y una vez que esté bien cocida pasarlo bien por la licuadora. Tendremos una sopa con un delicioso toque japonés.
En poke bowls
Si hay un plato que se ha puesto de moda, especialmente en las redes sociales, ese es el poke bowl. Se trata de un plato tradicional hawaiano cuyo ingrediente principal es el pescado crudo con salsa de soja y sésamo. Esa es la base, pero después le podemos añadir ingredientes variados y frescos, para luego acompañarlo con arroz.
Normalmente, los ingredientes que se le añaden suelen ser algas, cebollino, pepino, aguacate o cebolleta. Sin embargo, si queremos hacer un poke bowl un poco más original podemos añadir también edamame dentro del bowl.
Bien aderezados
También podemos comerlos solos, como los encontramos más habitualmente, pero en vez de aderezarlos únicamente con sal, podemos añadirle un aderezo especial a nuestro gusto y que les aporte un poquito más de sabor.
Para ello podemos utilizar nuestras especias favoritas por sí mismas, o mezclarlas con poco de salsa de soja. En este caso nuestros gustos y nuestra imaginación son el único límite que podemos encontrarnos.
Hummus de edamame
Hace ya un tiempo que os venimos contando que los hummus no tienen por qué ser únicamente de garbanzos. Si ya teníamos el hummus de remolacha, de coliflor o de mezcla de verduras, también podemos elaborar el hummus de edamames.
Los ingredientes serán básicamente los mismos que en los hummus anteriores, pero sumando una buena cantidad de edamames (aproximadamente un kilo).
Edamames al estilo más tradicional
Por supuesto, una de las formas más tradicionales, habituales y sencillas de las que podemos consumir los edamames es cocidas con agua y sal o bien al vapor.
Aderezadas con un poquito de sal son ideales para picar entre horas, o para consumir como entrante. Además, una vez que comenzamos a comerlas son casi tan viciosas como comer pipas, pero con más fibra y proteína.
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