La avena es un alimento con valiosas propiedades para el organismo, sin embargo, de su forma de cocción o del tipo escogido dependen en gran medida sus efectos. Por eso, dejamos siete preguntas y respuestas sobre la avena que mostramos a continuación.
¿En qué fijarnos al comprar avena?
Sin duda al escoger avena sátiva o avena como habitualmente la conocemos, lo mejor será mirar el grado de procesamiento de la misma y si se trata de un producto, observar con detalle sus ingredientes.
Aunque solemos encontrar avena sin más, ésta puede añadir aditivos, incluir azúcares libres o estar inmensamente procesada y así, ser una alternativa poco saludable para el organismo.
Entonces, debemos elegir aquella avena que menos procesada se encuentra y que no tenga azúcar añadido, es decir, opciones de grano completo en lo posible o mínimamente procesada, ya que serán la que más propiedades saludables conserva.
¿Cuál es la mejor forma de cocinarla?
La avena puede consumirse tal y como la compramos. Sin embargo, para reducir su contenido en polifenoles que pueden tener acción de antinutriente en el organismo, se aconseja su remojo y posterior cocción.
Aunque la cocción favorece su digestión y el remojo reduce considerablemente el contenido en antinutrientes, debemos considerar que muchos de estos compuestos fenólicos también son beneficiosos para el organismo.
Entonces, recomendamos su remojo y cocción si somos asiduos consumidores de avena y la ingerimos en grandes cantidades, de lo contrario, es indistinto la forma en que la preparamos.
¿En qué momento es mejor consumirla?
La avena, como otros cereales integrales admite muchas preparaciones y por lo tanto, podemos consumirla en diferentes momentos del día.
No obstante, dado su contenido en fibra e hidratos complejos, así como en proteínas vegetales recomendamos incluirla en preparaciones post entrenamiento o bien, en días previos a un esfuerzo físico intenso como parte de una carga de hidratos.
Asimismo, puede ser un alimento ideal para el desayuno o para incluir en snacks saludables, ya que su poder saciante nos mantendrá con niveles bajos de hambre a lo largo del día.
¿Con qué alimentos es mejor combinarla?
Aunque la avena contiene algunos componentes con efecto antinutriente como es el caso de los fitatos que pueden reducir la absorción del hierro vegetal y también, del calcio, si remojamos y cocinamos este alimento no tenemos problema alguno.
Es decir, tras su remojo y cocción no es un inconveniente su combinación con leche por ejemplo, ni tampoco con legumbres, hojas verdes u otros.
Así, siempre recomendamos combinar avena con otros ingredientes saludables y va perfecto para equilibrar platos con poca fibra o en reemplazo de harinas refinadas o cereales no integrales.
Por ejemplo, podemos crear un porridge para el desayuno o bien, utilizar avena para rebozar alimentos así como también, para equilibrar nutricionalmente unas albóndigas de carne.
¿Cuánta avena podemos ingerir cada día?
La respuesta a este interrogante es muy variable, ya que depende en gran medida de la dieta que llevamos y de nuestras características así como necesidades particulares.
No obstante, exceptuando casos en que se buscan reducir los hidratos, la avena como otros cereales puede ubicarse en la base de nuestra dieta, ofreciendo hidratos complejos que son el nutriente principal de una alimentación saludable.
Una ración de avena aporta entre 30 y 50 gramos en crudo, resultando una alternativa a panes, galletas u otros cereales de inferior calidad de nuestra dieta.
¿Es la avena apta para celíacos?
Aunque la avena sátiva como tal no tiene gluten, una gran mayoría de las opciones que podemos comprar suelen estar contaminadas con prolaminas tóxicas durante su procesamiento o almacenamiento.
Asimismo, aunque la regulación europea reconoce a la avena como libre de gluten, es importante saber que puede no ser bien tolerada por celíacos, dependiendo en gran parte de la sensibilidad a compuestos semejantes a las prolaminas tóxicas que posee el trigo.
Segun el cultivo, el tipo de procesamiento o almacenamiento, así como la tolerancia individual, la avena puede o no ser apta para un celíaco, pues aunque no tiene gluten, no siempre es bien aceptada.
¿Cuándo no es aconsejable consumir avena?
La avena es un alimento muy noble y por ello, no estaría contraindicado salvo alergias, intolerancias o incluso enfermedad celíaca con alta sensibilidad a las prolaminas.
No obstante, en dietas bajas en hidratos en que los cereales deben reducirse es importante moderar su consumo, así como también, no es aconsejable su consumo si tenemos diarrea o una gastroenteritis aguda dado su alto contenido de fibra que puede agravar los síntomas.
Más allá de estas situaciones concretas, la avena puede ser de gran ayuda para el tratamiento de diversas enfermedades, sacia con facilidad y ofrecen buenos nutrientes, siendo por ello un alimento que aconsejamos forme parte de nuestra dieta habitual.
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Imagen | Jumpstory e iStock
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