Las semillas son un noble y amplio grupo de alimentos con las que podemos sumar calcio y proteínas vegetales, así como grasas insaturadas, fibra y otros buenos nutrientes al organismo. A continuación te contamos cuáles son las siete semillas con más proteínas y dejamos recetas para incluirlas en tu dieta.
Semillas de calabaza, ideales para aprovechar al máximo esta hortaliza
Si no queremos desperdiciar nada, podemos lavar, secar y tostar las semillas que encontramos en el interior de la calabaza que concentran 24 gramos de proteína por cada 100 gramos y son por eso una opción muy saciante.
Podemos consumirlas tostadas a modo de snack saludable, o bien incorporarlas a una crema de verduras, una ensalada o un pan rico en fibra.
Pipas de girasol, fuente de varios minerales
Además de las semillas de calabaza que fácilmente podemos obtener de la hortaliza, las pipas de girasol son de las más populares y accesibles y pueden ofrecernos 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos, siendo además excelente fuente de minerales como calcio, potasio, magnesio, fósforo y otros.
Con pipas de girasol podemos preparar unas sabrosas galletas sin harinas, una ensalada fresca y crujiente, un pan integral con semillas o unos sabrosos colines.
Semillas de chía, con mucha fibra en su interior
Con poco más de 21% de proteínas, las semillas de chía son una de las opciones con más grasas poliinsaturadas u omega 3 y también, con gran proporción de fibra.
En combinación con agua pueden formar un gel que suele aprovecharse en preparaciones diversas para espesar o unir sin acudir a harinas, almidones o huevo.
Así, con semillas de chía podemos preparar unas crackers crujientes, un desayuno original y muy sencillo, unos garbanzos al horno con zanahoria y semillas de chía, unas barritas para comer entre horas, un pudding de chía y chocolate con yogur y muchas otras recetas más.
Semillas de sésamo, para sumar a mucho más que al pan
Conocemos las semillas de sésamo por su inclusión en diversos panes a los cuales suma fibra, minerales como el calcio o potasio y otros nutrientes como las proteínas que concentran en proporciones de casi 18 gramos por cada 100 gramos.
Podemos usar semillas de sésamo para preparar unas crackers, unos espirales de calabacín con vinagreta de sésamo; un tiradito de salmón marinado con sésamo; un salteado de pollo en wok o una salsa tahíni casera.
Semillas de hinojo, la mejor opción para sumar calcio a la dieta
Aunque todas las semillas son fuentes de calcio vegetalas, las de hinojo son de las alternativas con mayor concentración de calcio en su interior. Pero también pueden aportarnos 16 gramos de proteína por cada 100 gramos y mucha fibra.
Las semillas de hinojo se utilizan frecuentemente como especia, para saborizar diferentes platos, quedando muy bien para panes, cremas de verduras o incluso, para preparaciones dulces.
Semillas de amapola: mínusculas pero concentradas en buenos nutrientes
Las semillas de amapola son de los ejemplares de semillas más pequeños, aun más que las de chía. Su reducido tamaño no coincide con su riqueza nutricional, pues en este caso, concentran 18 gramos de proteína por cada 100 gramos pero también son fuente de calcio, potasio, fibra y antioxidantes.
Podemos aprovechar las semillas de amapola para sumar a un carpaccio, un bizcocho, una tarta de yogur griego y queso desnatado o una tarta de merluza y puerros.
Semillas de lino, una gran fuente de fibra y proteínas
Se encuentran entre los alimentos con más fibra pero también, las semillas de lino son una excelente fuente de proteínas aportando más de 18 gramos por cada 100 gramos.
Las semillas de lino, al igual que las de chia, pueden formar un gel cuando se combinan con agua, siendo por eso un buen espesante de preparaciones diversas.
Podemos elaborar así, un batido de plátano y fresa con semillas de lino, unas tortillas de linaza; unas galletas fitness o bien, un rebozado para elaborar unos palitos de merluza crujientes.
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