A estas alturas más que posiblemente ya hayáis visto a algún o alguna influencer asegurando que han comenzado a consumir zumo de apio y sus numerosos beneficios. Poco a poco, se ha ido colando entre los influencers esta nueva moda y podemos ver a muchos de ellos con sus zumos verdes tomándolo antes del desayuno en ayunas.
La promesa de curar (casi) todas las enfermedades
Con una sencilla búsqueda podemos encontrar algunas páginas webs que nos hablan de las múltiples propiedades que consumir zumo de apio parece tener. De hecho, tan de moda está que bajo el hashtag #CeleryJuice podemos darnos cuenta de forma rápida de los numerosos beneficios que se le atribuyen a este zumo.
Algunas de las recomendaciones señalan que es muy importante que consumamos el zumo de apio elaborado únicamente con apio, sin mezclar con otras verduras como las espinacas o el kale.
Aparentemente, de esta manera - y tomándolo por la mañana en ayunas - conseguiremos los mayores beneficios de sus presuntas propiedades. Según indican estas páginas (y ahora nos informan algunos influencers) el zumo de apio podrá ayudarnos a curar numerosas enfermedades.
Fue Anthony Williams, escritor de libros de nutrición, pero sin formación médica ni nutricional, el primero que habló sobre los presuntos beneficios curativos del zumo de apio. Entre otras cosas, según indican, este zumo tendría capacidades antiinflamatorias y sales minerales que podrían ayudarnos a curar enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Chron, el síndrome de Hashimoto, el lupus o, incluso, la esclerosis múltiple.
Evidencias científicas de que el apio es saludable pero no milagroso
Como suele ocurrir cuando se promociona el consumo de un alimento como si fuera milagroso, y se defienden sus propiedades curativas, en este caso se han tomado las propiedades del apio y se han exagerado hasta aportarle a este alimento la capacidad de curar enfermedades que, en realidad, no tiene.
Y es que, como ya hemos indicado en otras ocasiones, una alimentación saludable y el consumo de alimentos con un alto valor nutricional, puede ayudarnos a prevenir enfermedades, pero en ningún caso curarlas. En este sentido, el zumo de apio no es diferente.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el zumo de apio es en gran parte agua. Además de eso, el apio tiene algunas propiedades, como la alta presencia de vitamina K que puede mejorar nuestra coagulación. Además, tiene un efecto diurético, además de influir en la mejora de la tensión sanguínea. Además, su presencia de fibra, vitaminas y minerales pueden ofrecer ciertos beneficios para nuestra salud.
Sin embargo, ninguna investigación ni estudio ha encontrado que el consumo de zumo de apio pueda curar enfermedades tan complejas como el Síndrome de Hashimoto o la esclerosis múltiple, entre otras. Esto no quiere decir que el zumo de apio no sea saludable, porque lo es.
Lo que quiere decir es que no cura enfermedades por mucha cantidad que tomemos y por mucho que lo tomemos en ayunas por la mañana. El mayor beneficio que obtendremos es el de la hidratación. Además, para beneficiarnos de las propiedades del apio es más recomendable que comamos el propio apio entero que en zumo, en cuya elaboración se pierden propiedades.
Uno de los problemas de caer en la creencia y la moda del consumo de zumo de apio como remedio curativo es que, la personas que sufren alguna de las enfermedades que promete curar, pueden verse tentadas a abandonar el tratamiento médico en favor de remedios "naturales" como este, que no están basados en ninguna evidencia científica.
Imágenes | Pixabay
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