Atención, venimos que mordemos porque acabamos de enterarnos de que existen los aguacates light. Cómo lo oyen. Aguacates light, una versión de la fruta con un 30% menos de grasa. No salimos de nuestro asombro.
Este aguacate light lo comercializa una empresa madrileña, que ha "analizado sus propiedades en el país de origen en colaboración con nuestros productores y laboratorios independientes y seleccionado de entre distintas variedades, países y circunstancias climatológicas, aquellas que de forma específica reúnen los requisitos para ser light”, explican en su página web.
Eso sí, no aclara cuál es la variedad que importan, ni de dónde. Solo que tiene menos grasa, que su piel es verde y brillante, que su pulpa es más suave y que no se pone feo en la nevera porque se oxida más despacio que el aguacate "normal".
Todo estupendo si no fuese porque hay poco de estupendo en realidad.
No hay nada malo en la grasa del aguacate
Vamos por partes. Para empezar: no hay nada de malo en las grasas de aguacate. De hecho, son uno de sus principales y más beneficiosos nutrientes. La pulpa de esta fruta es rica en ácidos grasos monoinsaturados, de ahí su textura untuosa. Estos ácidos grasos no engordan y han demostrado no solo que no tienen efectos negativos sobre el organismo, sino que además son buenos para la salud cerebral y cardiovascular.
Y seguimos: los aguacates, como cualquier fruta, no son siempre estéticamente perfectos, con una carne uniforme y tersa y listos para aguantar en nuestra nevera durante días. Como consumidores desconectados del lugar y proceso de producción de muchos alimentos, esto a veces se nos olvida.
Utilizar esto como herramienta de marketing no hace más que agravar el problema que ha dado origen a un desequilibrio enorme entre la producción y el consumo de alimentos: toneladas de alimentos que se desperdician porque no tienen buen aspecto, consumo de productos vegetales durante todo el año ignorando su temporalidad y aumentando la huella de carbono de su producción...
El problema de 'lo light'
Y por último: calificar como light un producto pretende marcar una diferencia cualitativa respecto a su versión normal, y de hecho ese es precisamente el requisito que impone la legislación para poder etiquetar como light un alimento.
Así que creando un aguacate light queda implícito que el aguacate normal es peor, engorda más o es menos sano, cuando no es así: el aguacate es una fruta muy saludable que aporta muchos beneficios a la salud, especialmente como decimos por su contenido en grasas monoinsaturadas.
Entonces, ¿por qué etiquetar una variedad (no sabemos exactamente cuál) como light? Por un truco de marketing. Porque los aguacates ya no son ninguna novedad para el consumidor y no hay ninguna excusa para ponerles un precio más alto, pero si te inventas una versión light, ¡problema resuelto!
En resumen: comed aguacates, son una fruta muy saludable y está muy rica. Pero no hace falta que busquéis la versión light, compradlos en la frutería del barrio y disfrutad.
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