Los yogures de Mercadona ordenados de más a menos saludables

Mercadona es actualmente una de las cadenas de supermercados más recurrentes en España, y es que sus productos registran millones de ventas a lo largo de un solo día.

Precisamente y teniendo esto en cuenta, a continuación analizaremos uno de los alimentos más consumidos en desayunos, meriendas y postres en la alimentación de muchas personas; los yogures.

Aunque debes recordar que no hay ningún alimento que debamos incluir en nuestra alimentación de manera imprescindible, esta clasificación te ayudará a tomar mejores decisiones en caso de que tú también disfrutes de comer yogur de manera habitual.

Los ganadores: los yogures menos procesados

En primer lugar, y como era de esperar, encontramos al yogur natural, que es sin duda el más saludable dado que es la opción más libre de ingredientes perjudiciales para nuestra salud (azúcares añadidos, grasas, harinas y aceites refinados...). Es el yogur más "puro", por así decirlo.

Además, su contenido de carbohidratos es relativamente similar a su aporte de proteínas por lo que podemos decir sin miedo que este es un buen yogur.

Su versión desnatada ocupa el segundo puesto, y en este caso se sustituye la leche entera pasteurizada por leche desnatada, pero sin embargo se añade leche en polvo desnatada para darle así más cuerpo y consistencia al yogur.

Es un producto algo peor ya que se eliminan las grasas procedentes de la leche entera (que recordemos que pueden ser bastante saludables) pero aun así no es una mala opción porque cuenta con un mayor aporte de proteínas y con un contenido de calorías algo más bajo. Puedes encontrarlo también con sabor a coco, fresa, piña y limón, en cuyo caso sencillamente contará con aromas y edulcorante, y también hay versiones con pequeños trocitos de fruta.

Es cierto que el yogur griego convencional cuenta con un alto contenido de grasa que aumenta considerablemente su aporte calórico y por eso puede ser conveniente limitarlo en ciertas dietas.

Sin embargo, su versión ligera reduce la cantidad de grasa recurriendo a la leche parcialmente desnatada, consiguiendo así un producto relativamente alto en proteínas de alto valor biológico con un sabor bastante logrado. Por ello, este yogur ocupa la tercera posición.

Puestos cuatro y cinco; algo más procesados pero nutricionalmente válidos

El cuarto puesto lo ocupa el postre lácteo + proteínas, que aunque no sea un yogur como tal sigue siendo una gran opción si queremos optar por un lácteo comestible ya que sus dos únicos ingredientes son la leche desnatada pasteurizada y los fermentos lácticos.

Además de que el sabor se mantiene relativamente estable en comparación con el resto de yogures, el contenido en grasa es prácticamente inexistente, el aporte de carbohidratos es relativamente bajo, y sin embargo la cantidad de proteínas de este yogur es bastante alta, por lo que es una gran opción si tenemos en cuenta que la proteína es el macronutriente más saciante y que más positivamente impacta sobre nuestra masa muscular.

Aunque la leche fermentada tampoco sea estrictamente un yogur, es un producto bastante similar en cuanto a su valor nutricional y en cuanto a sus ingredientes. Únicamente cuenta con leche parcialmente desnatada, proteínas de la leche, lactasa (una enzima para procesar la lactosa) y fermentos lácticos. Por ello cuenta con la quinta posición.

Es un producto algo más procesado que los anteriores, pero sin embargo no es mucho peor. El motivo de que esta leche fermentada ocupe la cuarta posición es que para consumirla tendremos que bebérnosla en lugar de comérnosla, y por tanto el impacto sobre nuestros niveles de saciedad será algo menor. Por ese motivo correremos el riesgo de terminar comiendo una cantidad mucho mayor de calorías (cosa que no es recomendable en muchos casos).

También encontramos una versión de este producto con sabor a frutas, y aunque en este caso el producto estará algo más procesado la diferencia a nivel nutricional no será tan relevante.

Puestos seis, siete y ocho: los yogures por los que no deberías optar

El yogur líquido + proteínas es un producto considerablemente más procesado que los anteriores, dado que añade almidón modificado de maíz y una cantidad considerable de aditivos para conseguir un producto relativamente palatable.

A nivel nutricional no es una opción especialmente mala (y mucho menos si tenemos en cuenta su alto contenido de proteínas), pero como ya has visto hay alternativas mucho mejores.

Los yogures de sabores son un producto muy recurrente y sin embargo muy poco recomendable, ya que están cargados de azúcar con el objetivo de mejorar su sabor, su textura y su consistencia. Deberíamos tratar de evitarlos ya que pueden aumentar nuestra ingesta de este ingrediente insano muy rápidamente.

En última posición, seguramente ya conozcas el postre lácteo + proteínas, que se vende como una opción relativamente adecuada pero que sin embargo cuenta con una gran cantidad de aditivos e ingredientes perjudiciales que hacen lo convierten en un producto recomendable para muy pocas ocasiones y en casos muy concretos, pero desde luego no es un yogur y mucho menos es saludable.

Menciones especiales; no todo es yogur

Aunque no sean yogures como tal, el kéfir y el bífidus son dos alimentos que seguramente sí que puedan ser buenas opciones en tu dieta ya que a nivel nutricional las diferencia principal radica en la bacteria que fermenta la leche. Por ello no podíamos dejarlos fuera de esta lista.

En el caso del bífidus las bacterias que fermentan la leche son del género Bifidobacterium, y en el caso del kéfir las cepas son de Lactococcus, Leuconostoc, Lactobacillus y Streptococcus.

Aunque estos dos alimentos son muy similares al yogur, puede ser interesante incluirlos especialmente si estamos buscando un buen probiótico ya que de esta manera conseguiremos aumentar la diversidad de bacterias con las que nos alimentamos.

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Imágenes | Mercadona