El objetivo de muchos de nosotros es conseguir una correcta definición de cara al verano. Muchos somos los que nos matamos diariamente en el gimnasio trabajando con mancuernas y diversos pesos pero no logramos la deseada definición. Es cierto que la dieta es muy importante también, pero nosotros en este post vamos a recomendar el entrenamiento aeróbico interválico para conseguir una correcta definición.
Seguro que muchas personas no saben a ciencia cierta en qué consiste este tipo de entrenamiento. Por ello en Vitónica queremos acercaros un poco más a esta modalidad que es un arma eficaz a la hora de conseguir una correcta quema de grasas. Pero antes de nada un advertencia, si padecemos problemas respiratorios o cardiacos es mejor consultar con un especialista antes de realizar este tipo de entrenamiento aeróbico.
Metodología del entrenamiento interválico
En primer lugar vamos a explicar en qué consiste este tipo de entrenamiento aeróbico. Como su nombre indica, lo vamos a realizar en intervalos. Estos intervalos se van a distinguir en dos tipo, de media intensidad y de intensidad máxima. Para ello realizaremos cualquier ejercicio aeróbico durante unos veinte minutos en los que dos minutos los realizaremos en mediana intensidad para aumentar a la máxima intensidad para realizar la actividad durante un minuto y volver a la media intensidad de nuevo.
De este modo quedará un esquema de dos minutos a media intensidad y un minuto a máxima y así sucesivamente hasta completar los veinte minutos. La intensidad de cada una de las fases dependerá mucho de nuestro estado físico. Lo único a tener en cuenta es que en la fase media debemos estar en torno al 65% o 70% de nuestra capacidad y en la máxima entorno al 90%. Lo mismo sucede con la máquina de aeróbico, ya que podemos elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Efectos de este tipo de entrenamiento
Una vez aprendida y aplicada la mecánica debemos saber lo que el entrenamiento a intervalos va a desencadenar en nuestro organismo. Se trata de un tipo de ejercicio aeróbico que activa mucho más el metabolismo a causa de las constantes subidas y bajadas de ritmo. Esto acelerará enormemente la quema de grasas acumuladas, ya que en poco tiempo el organismo necesitará una dosis alta de energía.
Pero la cosa no se queda ahí, sino que nuestro organismo se mantendrá activo durante muchas más horas, con lo que los efectos se seguirán notando horas después de haber realizado la actividad en cuestión. Por ello realizar este tipo de entrenamiento de dos a tres veces por semana es ideal para épocas en las que queremos conseguir una perfecta definición muscular y librarnos de un poco de grasa.
Lo ideal es combinarlo con otro tipo de entrenamiento aeróbico en el que dejemos de lado los intervalos y realicemos una actividad constante, ya que con este tipo de entrenamiento quemaremos más, pero no trabajaremos tanto a nivel cardiaco ni respiratorio como con una carrera más constante.
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