El otoño es perfecto para salir con la bici de montaña, ya no hace tanto calor y se agradece hacer deporte en plena naturaleza con la caída de la hoja. Además de los paisajes tan bonitos de los que podemos disfrutar encima de la bici, en otoño ya podemos salir a las cinco de la tarde sin peligro de sufrir un golpe de calor y también podemos salir temprano sin quedarnos congelados.
Salir dos o tres días a la semana con la bici de montaña nos va a ayudar a ganar resistencia, al mismo tiempo que perdemos grasa y tonificamos nuestras piernas. Es un deporte muy completo y muy agradecido por las vistas y paisajes de los que podemos disfrutar mientras pedaleamos. Si estás pensando en ponerte en forma, la bici de montaña puede ser una buena opción.
La planificación de la ruta en la bici de montaña es importante, improvisar nos puede llevar por caminos muy complicados o aburridos para nuestro nivel. Seguro que echando un vistazo por internet podemos encontrar muchas rutas por nuestra zona, sólo hay que saber escoger la dificultad y empezar a pedalear.
Para los novatos, no olvidéis tener siempre un kit de reparación de pinchazos, con la bici de montaña los contratiempos están a la orden del día y es bueno ser precavido y tener nociones básicas de mecánica. Al igual que no debes salir sin agua ni comida, dos imprescindibles para evitar quedarnos sin gasolina en mitad de la ruta, que cualquier repecho o dificultad técnica nos puede dejar KO de energía encima de la bici.
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