Guía para conductores y ciclistas: esto es todo lo que estás haciendo mal (aunque pienses que está bien)

Guía para conductores y ciclistas: esto es todo lo que estás haciendo mal (aunque pienses que está bien)

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Guía para conductores y ciclistas: esto es todo lo que estás haciendo mal (aunque pienses que está bien)

Cada vez son más las personas, ya sean deportistas o sedentarios, que se animan a coger la bicicleta con frecuencia: para realizar trayectos cortos en la ciudad, para entrenar en el campo, para hacer alguna ruta con la bici de carretera... Las ciudades se van adaptando poco a poco a la mayor cantidad de ciclistas, y tanto estos como los peatones y los conductores de vehículos motorizados se ven obligados a convivir.

Para que esta convivencia se desarrolle de manera segura para todos es importante que tanto unos como otros conozcamos las normas de circulación y hagamos gala de un respeto mutuo. Esto nos permitirá compartir los espacios urbanos y las carreteras y conseguirá que circulemos de manera correcta y segura.

Algunas veces por desconocimiento de las normas y otras por pura sensación de inseguridad, no circulamos en bicicleta de manera correcta o no respetamos a los ciclistas, exponiéndonos a riesgos innecesarios. Estos son algunos de los errores más comunes que cometemos al circular en bicicleta o al convivir con ellas en ciudad y en carretera.

Las que hacemos mal los ciclistas

"Voy por la acera porque es más seguro que circular por la calzada"

En ciudad los ciclistas pueden circular por el carril-bici si lo hubiera o por la calzada, pero no por la acera, ya que son considerados como otros vehículos de motor. Los ciclistas pueden circular por el carril-bici (sea o no protegido), pista-bici (la pista está destinada solo a bicis y con un trazado diferenciado del de la carretera), acera-bici (cuando así esté indicado, es una vía ciclista señalizada sobre la acera) y sendas ciclables (caminos al aire libre donde se comparte espacio con los peatones).

bicicleta

"En ciudad me pego bien a la zona derecha del carril por el que voy para no molestar a los coches"

En ciudad los ciclistas pueden circular por el carril derecho o el izquierdo: el que sea más indicado para la dirección que van a seguir. Generalmente se recomienda utilizar el carril derecho y limitarse al izquierdo para girar hacia la izquierda, pero no es una norma. Eso sí, y aquí está el fallo de muchos ciclistas: se debe circular por el centro del carril. Al circular por la zona central del mismo, los ciclistas se hacen más visibles para los demás vehículos y se evitan posibles accidentes que pueden ocurrir si vamos pegados a la derecha (puertas de coches estacionados que se abren sin mirar antes, giros hacia la derecha en los que no se ve al ciclista...).

"Las señales de tráfico no afectan a los ciclistas"

Al ser considerada como un vehículo más, la bicicleta debe respetar todas las señales de tráfico, incluidas las de limitación de velocidad y, por supuesto, los semáforos. En cuanto a la velocidad, un ciclista debe circular a la velocidad que se indica en la vía en la que transcurre, con un máximo de 45 km/hora (se puede superar en situaciones muy concretas, como en descensos prolongados con curvas). En una zona con prioridad peatonal, el ciclista debe adaptar su velocidad a la que llevan los peatones.

"En las rotondas, si vamos en grupo, hay que ceder el paso a los coches"

Si circulamos en grupo y el primer ciclista ya ha entrado en la glorieta o rotonda, los ciclistas tenemos prioridad sobre los demás vehículos: un grupo de ciclistas se considera como una única unidad. Dentro de la rotonda, podemos circular por el centro del carril que estemos utilizando y debemos señalizar correctamente y con antelación nuestra intención de salir de ella.

"Puedo utilizar auriculares porque no voy conduciendo"

No está permitido el uso de auriculares ni el uso del teléfono móvil cuando montamos en bicicleta, igual que ocurre si conducimos un vehículo. El caso de los auriculares es especialmente peligroso, ya que pueden no dejarnos escuchar un coche que se aproxima o cualquier otra señal acústica, poniéndonos nosotros mismos en peligro.

"Me he tomado unas cervezas, pero no pasa nada porque voy en bici"

Como en el caso de los vehículos motorizados no está permitido montar en bicicleta con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro, y los ciclistas están obligados a realizar las pruebas de detección de tóxicos que se consideren necesarias por la autoridad.

Tampoco está permitido circular en bicicleta bajo el efecto de psicotrópicos, estimulantes o estupefacientes, incluidos los medicamentos que alteren el estado físico o mental para circular sin peligro.

"El paso de peatones lo puedo cruzar montado en la bici"

En el caso de que el paso de peatones no esté señalizado como un paso específico para bicicletas (se señaliza en el suelo, con una señal e incluso algunos semáforos tienen su propia luz exclusiva para ciclistas) al cruzar el paso de cebra es necesario descender de la bici y cruzar a pie, como un peatón más.

bicicleta

"Luces, casco, reflectantes... No me hacen falta"

Uno de los mayores peligros cuando conducimos una bicicleta es que no somos capaces de hacernos visibles para los demás vehículos que circulan por las vías. Por nuestra propia seguridad y para hacernos más visibles, todas las bicicletas deben llevar los elementos reflectantes homologados (catadióptrico trasero rojo que no sea de forma rectangular). Además, si circulamos de noche es necesario llevar una luz delantera blanca y una luz roja trasera, y también una prenda reflectante que en tramos interurbanos nos haga visibles desde 150 metros. El timbre es un elemento obligatorio en las bicicletas según el reglamento general de vehículos.

¿Y qué pasa con el casco? En menores de 16 años es obligatorio en todas las vías, mientras que en mayores de 16 años solo lo es en las vías interurbanas. Su uso, no obstante, es recomendable en cualquier situación como protección.

"Si vamos en grupo hay que circular en fila de uno"

Los ciclistas pueden circular en grupo en fila de uno o en paralelo en fila de dos excepto en condiciones de baja visibilidad o de tráfico denso. Esto aplica en carretera y en vías urbanas (no hay ninguna norma que diga que en ciudad hay que circular de uno en uno). Circular en paralelo, además, es una manera de hacernos más visibles para los demás vehículos y es legal.

Lo que hacemos mal los conductores

"No pasa nada por adelantar cerca a un ciclista"

Es muy importante que al circular por ciudad o por carretera, y sobre todo al hacer un adelantamiento, respetemos una separación como mínimo de un metro y medio con los ciclistas que hay en la calzada. Si pasamos demasiado cerca de un ciclista y además no moderamos la velocidad se produce lo que se conoce como "efecto sumidero" pudiendo hacer que el ciclista pierda el control de la bici y se caiga.

"Le adelanto cerca porque hay línea continua y no la puedo rebasar"

Quizás el error más extendido entre los conductores es el de pensar que no pueden adelantar a un ciclista porque hay línea continua. Siempre que podamos adelantar en condiciones de seguridad, después de haber comprobado que no viene ningún vehículo en sentido contrario, podemos rebasar la línea continua e invadir parcial o totalmente el carril contrario para respetar el metro y medio de distancia cuando hacemos el adelantamiento.

Además, debemos señalizar el adelantamiento con los intermitentes (¡no con el claxon!) de manera adecuada, tanto para salir de nuestro carril como para volver a él, dejando también una distancia de seguridad con el ciclista en la vuelta.

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"Hay un ciclista en mi carril y va muy despacio: toco el claxon y le digo que me deje pasar"

Si un ciclista está circulando por el mismo carril que nosotros y no es posible el adelantamiento en condiciones de seguridad, hay que adecuar la velocidad del vehículo a la del ciclista y esperar hasta poder hacerlo. Tocar el claxon y colocarnos muy cerca por detrás para que nos dejen pasar es muy peligroso, ya que el ciclista puede asustarse y perder el control de la bicicleta, con nefastas consecuencias.

Conocer las normas de circulación para todo tipo de vehículos es importante a la hora de convivir tanto en la ciudad como en las carreteras. El respeto mutuo por parte de los ciclistas y los conductores, además del cumplimiento de las normas de circulación, nos ayuda a evitar accidentes y a mejorar la convivencia en nuestras calles.

Imágenes | iStock
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