Numerosos factores contribuyen al máximo rendimiento deportivo. Entre estos, son esenciales una base sólida en el entrenamiento y experiencia específica en el deporte, además de un programa de entrenamiento y nutrición personalizado y periodizado.
Una vez que se toman en cuenta estos factores, y el atleta alcanza una madurez de entrenamiento y un nivel de donde las ganancias de masa muscular no son tan evidentes como al principio, pues durante los primeros meses de entrenamiento, estas son muy elevada, puede existir un rol para el uso de suplementos de rendimiento basados en evidencia.
Aunque se comercializa una variedad de suplementos para mejorar el rendimiento deportivo, muchos carecen de evidencia sólida de un beneficio ergogénico. Además, algunos pueden afectar el rendimiento, a menudo debido a problemas gastrointestinales, mientras que otros son potencialmente perjudiciales para la salud de un atleta.
Por ello, en este artículo voy a contar mi experiencia con los suplementos y me voy a decantar con los tres mejores que he probado y que, a veces, suelo sugerir a los atletas que llevo.
Mi experiencia con la suplementación
Llevo entrenando alrededor de 10 años, y lo cierto es que durante todo este tiempo, me ha dado tiempo a probar varios suplementos que, algunos me han servido de bastante y, de hecho, aún los sigo utilizando; otros que no me han reportado beneficio alguno; y finalmente, otros, que me han producido molestias, dificultades para dormir, etc.
Creatina
El primer suplemento que voy a recomendar es la creatina, un suplemento que es bastante barato en comparación con otros y que hay mucha evidencia que sustenta su uso en cualquier ámbito deportivo, ya sea anaeróbico o aeróbico.
La creatina es un suplemento que llevo utilizando casi desde que empecé ya que, al menos en esa época, se recomendaban siempre dos suplementos; la creatina y la proteína en polvo (de la cual no hablaremos en este artículo porque prefiero enfocarme en otros).
En alguna ocasión, cuando por vacaciones o por agotamiento de stock he dejado de tomar la creatina, es cierto que me he notado más falto de fuerzas y que a la hora de volver a tomar la creatina, ha mejorado significativamente la fuerza que he podido emplear en los distintos ejercicios.
Magnesio
El magnesio aunque no tenga un efecto directo sobre el rendimiento deportivo como puede ser la creatina, el magnesio sí tiene un efecto de manera indirecta gracias a que mejora la calidad del descanso. Soy una persona que suele descansar bastante mal, y aunque he probado otros suplementos como la melatonina, el que realmente me ha ayudado, ha sido el magnesio.
El magnesio es un mineral que se encuentra en muchos alimentos, aunque a día de hoy, debido a que el suelo es deficitario en este mineral, introducimos menos del que deberíamos, por lo que suplementarse con magnesio, puede ser buena idea.
Además, hay estudios que muestran una mejor calidad del sueño cuando se suplementa con este mineral. Personalmente, yo suelo utilizar entre 400 y 600 mg, 30 minutos antes de irme a dormir. Aunque como todo, este suplemento no sirve de nada si nuestra higiene del sueño es muy mala.
Vitamina D
La salud siempre tiene que acompañar al rendimiento físico y, a día de hoy, son muchas las personas que son deficitarias en esta vitamina. A pesar de que es complicado tener ciertas deficiencias en alguna vitamina o mineral a día de hoy, lo cierto es que con la vitamina D pasa todo lo contrario. Es decir, es difícil que muchas personas tengan unos adecuados niveles de vitamina D.
La vitamina D interviene en muchas funciones fisiológicas, pero lo cierto es que a nivel musculoesquelético, tiene otras funciones que ayudan a que las adaptaciones hipertróficas al entrenamiento sean mayores.
Si tienes bajos niveles de vitamina D, no dudes en tomar más el Sol o, en caso de que sea época de más frío, en suplementarte, siempre consultando con tu médico.
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