El verano es sinónimo de sol y buenas temperaturas. El calor y sus estragos hacen que la gran mayoría de nosotros decida pasar gran parte de su tiempo libre en la piscina o en la playa. Estos lugares por lo general suelen estar expuestos al sol, algo que hace que cuando pasamos mucho tiempo en ellos corramos el riesgo de sufrir una exposición a los efectos de los rayos del sol. Para ello es importante saber como calmar la piel y evitar daños. Nosotros en esta ocasión vamos a detenernos en una sustancia muy beneficiosa, el aloe vera.
El aloe vera es una planta muy conocida por todos debido a sus propiedades cicatrizantes y calmantes de la piel. Se utiliza en cosmética de manera habitual, además de ser un tipo de sustancia muy apreciada por su valor nutricional y por los efectos que tiene en nuestro organismo como regenerador. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en los efectos que tiene su uso par el mantenimiento de una correcta salud de la piel sobre todo en verano cuando la sobre exponemos al sol.
Utilidad para el organismo
Antes de nada es necesario que tengamos presente la utilidad que esta planta tiene para nuestro organismo. El aloe vera se cultiva desde hace siglos, y sus utilidades siempre han sido terapéuticas, ya que es un potente regenerador de la piel, pues sus propiedades ayudan a hacer que la piel se recupere mucho antes de cualquier agresión externa. Hay que tener muy presente que el aloe vera es una sustancia que es absorbido con mucha facilidad por la piel, llegando a penetrar en las tres capas de la misma.
El aloe vera es uno de los mejores aliados para proteger la piel cuando la sometemos a la acción del sol, y es que tiene un alto poder regenerador y protector de la piel, pues absorbe casi el noventa por ciento de las radiaciones solares que son las causantes de los daños dérmicos y quemaduras. Esta protección que nos aporta el aloe vera hace que sea un producto recomendado a la hora de protegernos y con ello activar el bronceado y potenciarlo, ya que nos aportará un efecto duradero y sano.
Remedio para el sol
Sobre todo donde se suele utilizar más el aloe vera es después de tomar el sol y de haber mantenido la piel expuesta a los efectos del sol. Es cierto que previamente es importante utilizar una crema protectora solar, pero muchas veces no es suficiente, ya que la piel se quedará sensiblemente resentida. Para ello es necesario que intentemos calmarla mediante una hidratación adecuada. El aloe vera en este caso será la solución, y es que hidratará la piel después de la exposición al sol, además de calmarla y devolverla a su estado habitual.
Su poder regenerador y calmante de la piel ayudará a acabar con el efecto calor que se produce tras una sobre exposición al sol. En menos de veinticuatro horas la piel recobrará su estado habitual, siempre y cuando las quemaduras sean totalmente normales. El aloe vera evitará la aparición de ampollas y descamaciones de la piel, contribuyendo a mantener el color más vivo y saludable durante mucho más tiempo.
En el mercado podemos encontrar cremas solares a base de aloe vera con diferentes tipos de protección, que nos ayudarán a mantener la piel protegida durante la exposición al sol. Para después de la exposición echaremos mano de gel de aloe puro que tendrá un efecto mayor que cualquier loción after sun o preparado elaborado a base de aloe vera. Aplicar el gel justo después calmará mucho la piel, así como una aplicación ligera cada cierto tiempo para recuperar el estado de la piel.
Imagen | adaduitokla
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