El vinagre, ese ingrediente que poco usamos a diario para aderezar o cocinar determinados platos, podría ser mucho más que ésto en nuestra dieta, ya que recientemente se lo vincula al proceso de pérdida de peso.
Todos sabemos que el sabor de la comida incide en nuestro proceso de saciedad incrementándolo y contribuyendo así, a una menor ingesta de alimentos. Sin embargo, una investigación realizada con animales señala efectos más allá del proceso de saciedad.
En dicha investigación se comprobó que roedores tenían menor acumulación de grasa cuando ingerían vinagre, aún llevando una dieta alta en grasas. Y si bien no se pueden extrapolar los resultados a humanos, el hallazgo se muestra prometedor.
Por otro lado, ya se ha estudiado y comprobado que la adición de vinagre a una comida reduce el índice glucémico de la misma, lo cual también ayuda a adelgazar.
Por todas estas razones y aún con muchas investigaciones por realizar, podemos decir que el vinagre se convertirá poco a poco en un ingrediente fundamental para quienes desean perder peso, ya que sea de forma orgánica o por incidir en el apetito, el vinagre podría colaborar y mucho con el adelgazamiento sin hambre.
Personalmente percibo el efecto de los saborizantes y condimentos sobre el apetito y puedo decir por experiencia propia que los platos con acentuado sabor reducen la ingesta de alimentos y ya ésto, representa una ayuda para adelgazar.
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