En la actualidad, todos hacemos hincapié en prevenir las enfermedades crónicas mediante un estilo de vida saludable, pero al mismo tiempo, los hábitos deben ayudarnos a evitar el desarrollo de enfermedades infecciosas y contagiosas.
Con un simple acto, sencillo y barato como es lavarse las manos, podemos prevenir muchas enfermedades que pueden afectar severamente nuestra salud, tal es el caso de las infecciones virales, bacterianas o bien, transmitidas por alimentos.
Si tomamos la precaución de lavarnos las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de cocinar y después de hacerlo, antes de comer, al levantarnos, antes de ir a dormir, después de tocar un animal u objeto sucio y todas las veces que podamos, podremos reducir significativamente el contacto con gérmenes patógenos.
Lo recomendable es lavarse las manos bajo el agua y con abundante jabón por espacio de 15 a 20 segundos para eliminar la mayor parte de microorganismos que pueden causar enfermedades.
Aunque a veces parece obvio, olvidamos éste sencillo hábito que constituye una norma básica de sanidad, ya que puede alejarnos de muchas enfermedades de forma simple y económica. Desde una gripe, hasta una gastroenteritis u otra afección más grave podemos prevenir con sólo lavar nuestras manos.
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