El cuerpo cambia con el paso del tiempo y es que cada época tiene sus características, por esto es necesario que tengamos presente que no siempre nuestro cuerpo responderá de la mima manera ante el exterior. Cuando somos jóvenes no reparamos en esto, pero a medida que vamos cumpliendo años debemos comenzar a cuidarnos más. Los treinta años es una marca que casi siempre suele ser el comienzo de la edad adulta, una época en la que el cuerpo experimenta una serie de cambios, por los cuales tenemos que adoptar una serie de hábitos saludables, y es que nos tenemos que cuidar.
Con el paso de los años el cuerpo y el metabolismo deja de funcionar de la misma manera, por ello es importante que comencemos a cuidar nuestra alimentación. Muchas personas que nunca han tenido problemas comienzan a engordar al cumplir edad. Esto se debe a que el metabolismo cambia y se ralentiza, por ello debemos activarlo, y la alimentación, unida al deporte es una forma de conseguirlo. Por ello debemos seguir entrenando y practicando deporte a diario para mantenernos en forma. Es aconsejable practicar ejercicio aeróbico y musculación para mantener el tono y evitar los temidos descolgamientos.
En cuanto a la alimentación, el cuerpo requiere otro tipo de nutrientes encaminados a vencer el avance de la edad y frenar las agresiones del exterior que todos sufrimos. Para conseguir esto debemos incluir en nuestra dieta gran cantidad de antioxidantes que nos ayudarán a mantener unas células jóvenes por más tiempo. El aporte proteínico es esencial para mantener unos músculos en perfectas condiciones, así como la ingesta de vitamina B para mantener una piel joven y saludable.
Para conseguir ingerir vitaminas en cantidades elevadas es recomendable que las verduras y frutas ocupen un lugar importante en la dieta. Las grasas cada vez deben estar más en un segundo plano, pues el organismo no las asimila ni elimina de la misma manera que cuando somos más jóvenes, y tiende a acumularlas en el organismo con más facilidad, poniendo en riesgo nuestra salud. Lo mismo sucede con los excesos, y es que nos tenemos que cuidar mucho más. Abandonar el tabaco y el alcohol es fundamental para evitar el envejecimiento propio de esta época de la vida, y mantener una salud de hierro y una apariencia de juventud.
El deporte y el descanso deben ocupar un papel importante en nuestra vida, y es que mantener el cuerpo activo y los músculos trabajados es esencial para conseguir un cuerpo más joven, ágil y activo. Lo mismo sucede con el descanso, pues es la principal forma de regeneración que existe, y es que por la noche se liberan infinidad de hormonas necesarias para mantener la salud, ya que con el paso del tiempo esta actividad disminuye y debemos fomentarla en la medida que nos sea posible.
Imagen | thiquinho
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