Una dieta saludable comienza en el carrito de la compra: un mantra que repetimos a diario. Pero ¿cómo podemos saber qué es lo más adecuado a la hora de llenar nuestra cesta o carrito? Muchas veces las informaciones que nos llegan desde los medios de comunicación pueden ser contradictorias y pueden llevarnos a equívoco. También los reclamos "saludables" de algunos productos o los sellos de sociedades científicas pueden confundirnos.
Frente a esto, lo mejor que podemos hacer es convertirnos en consumidores informados: cuanta más formación nutricional tengamos, más fácil será optar por productos saludables en nuestra compra. Y el primer paso para ello es aprender a leer la información nutricional de los productos: en el siguiente vídeo os explicamos cómo leer la etiqueta nutricional y el listado de ingredientes de los diferentes productos procesados para conseguir hacer una compra más saludable. ¡Dentro vídeo!
Sabemos, porque lo hemos dicho ya muchísimas veces, que la mejor opción a la hora de hacer la compra es acudir al mercado: allí podemos encontrar materias primas de calidad (alimentos en lugar de productos procesados), de temporada y de proximidad (algo que a la vez beneficia a nuestro bolsillo, ya que suelen ser alimentos más baratos).
Pero también somos conscientes de que no todo el mundo tiene siempre el tiempo o la posibilidad de acudir a un mercado para comprar: en el caso de que compremos en el supermercado, donde la mayoría de los lineales están dedicados a los productos procesados, lo más importante es que sepamos leer la información nutricional de los productos para poder así elegir cuál vamos a comprar de manera informada.
¿Qué es lo que tienes que mirar en una etiqueta nutricional?
La etiqueta nutricional de un producto nos aporta información sobre su composición, tanto por ración como por 100 gramos del mismo. En esta etiqueta nutricional encontramos la cantidad de macronutrientes y micronutrientes que contiene el producto y su aporte calórico, además del porcentaje que nos aporta para nuestra ingesta diaria total.
A través de la etiqueta nutricional podemos conocer cuál es la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas que contiene ese producto en concreto. Comparando esas tres cantidades podemos ver si un producto es alto en grasas o en proteínas, por ejemplo.
Algunas de las cosas en las que merece la pena que nos fijemos en la etiqueta nutricional: por un lado, debajo de la cantidad de hidratos de carbono aparece también la cantidad de azúcares que contiene el producto. Esto nos da una idea del aporte total de azúcares, pero no sabemos si se trata de azúcares naturalmente presentes en los ingredientes que lo componen o si son añadidos: para saber esto, tendremos que acudir al listado de ingredientes.
Por otro lado, la etiqueta nutricional desde hace poco también nos informa de la cantidad de grasas saturadas que podemos encontrar en el producto en cuestión.
La etiqueta nutricional nos puede ser de mucha ayuda a la hora de comparar la composición de dos productos diferentes y ver con cuál nos quedamos: podemos evaluar cuál de los dos contiene menos azúcares o grasas de mejor calidad, y así optar por uno o por otro.
¿Cómo se lee el listado de ingredientes?
El listado de ingredientes, que muchas veces pasamos por alto fijándonos solo en la etiqueta nutricional, nos aporta mucha información valiosa sobre la composición del producto que tenemos en nuestras manos. Personalmente, creo que es más interesante incluso y bastante más claro que la etiqueta nutricional.
Lo primero que tenemos que saber es que los ingredientes que aparecen en el listado llevan un orden determinado: los que tienen una mayor presencia en el producto aparecen al principio. Así, el primer ingrediente que vemos en el listado es el que contiene en mayor cantidad. Si estamos intentando comer de una manera saludable y el primer ingrediente que encontramos es el azúcar o una harina refinada, podemos buscar una alternativa mejor.
El listado de ingredientes es esclarecedor a la hora de saber si ese producto contiene azúcares añadidos (que pueden aparecer bajo los distintos nombres del azúcar) o si contiene grasas vegetales de baja calidad (que también tienen diferentes nombres). Estos datos no tienen por qué aparecer en la etiqueta nutricional, pero sí en el listado de ingredientes.
También es interesante en el caso de que tengamos algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria, ya que allí podemos encontrar todos los ingredientes que conforman el producto y un apartado especial para los alérgenos.
Ser consumidores informados es la mejor forma que tenemos de realizar una compra saludable: acostúmbrate a leer la información nutricional de los productos procesados que entren en tu casa para poder así hacer elecciones inteligentes.
Este artículo fue originalmente publicado en febrero de 2018 y ha sido revisado para su republicación.
Imágenes | iStock, Nutella, Knorr
Vídeo | Vitónica en Youtube
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