La gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica que puede cursar con dolor, gases, náuseas, vómitos y otros síntomas y ser causada por infección bacteriana o bien, por alguna otra condición como puede ser una dieta inadecuada como indican expertos de la Clínica Mayo. Te contamos las claves a tener en cuenta en tu dieta si sufres gastritis.
La gastritis con frecuencia no resulta de gravedad, pero puede resultar en intensas molestias para quien la padece, o bien, sin control alguno culminar en problemas estomacales mayores como puede ser una úlcera gástrica.
Por ello, recomendamos su control con medicación si así lo considera nuestro médico tratante y con una dieta adecuada en la cual deben considerarse las siguientes claves:
Evita el alcohol siempre que sea posible
El alcohol es un irritante de la mucosa gástrica, por lo tanto, su consumo excesivo puede ser causante de gastritis y durante episodios agudos de inflamación es fundamental evitar su ingesta para reducir síntomas.
Si bien el alcohol es especialmente nocivo para el estómago y otros órganos del aparato digestivo, nunca recomendamos su consumo ya que aun en mínimas cantidades tiene consecuencias sobre el organismo.
Reduce el uso de sal y condimentos picantes en tus platos
El consumo de sal en abundantes cantidades se ha asociado a la presencia de gastritis y su ingesta puede agravar las molestias propias de esta condición al igual que los condimentos muy picantes como ají, chile, ajo u otros.
Lo recomendable es evitar las comidas condimentadas en exceso y preferir platos de sabor suave, con hierbas aromáticas en pequeñas proporciones como pueden ser perejil, orégano, menta, tomillo y similares.
Fracciona tu dieta y evita pasar largas horas sin comer
El ácido que libera nuestro estómago para digerir alimentos puede inflamar a irritar aun más las paredes de este órgano si se encuentra vacío. Por ello, para reducir la intensidad de los síntomas lo recomendable es evitar pasar largas horas sin comer.
Pero al mismo tiempo, resulta clave fraccionar la dieta de manera que realicemos ingestas de pequeño volumen varias veces al día, pues a mayor tamaño de nuestra comida, más ácido y actividad gástrica se libera, más distensión y probablemente más molestias o síntomas.
Escoge pescados o carnes blancas y magras para tus platos
Las fuentes de proteínas en la dieta pueden continuar intactas, pero es indispensable escoger sobre todo alimentos de bajo contenido graso y con reducido contenido en purinas.
Así, recomendamos además de huevo cocido, pescados y carnes blancas y magras, siempre frescas de manera de evitar los sabores intensos, el exceso de sodio y grasas que pueden ofrecer las alternativas procesadas.
Teniendo en cuenta esto, la merluza, la corvina y otros pescados blancos son muy usados en una dieta blanda contra la gastritis, y también podemos optar por pechuga de pavo o pollo.
Prioriza cereales refinados, fáciles de digerir
En los días o momentos en que nuestros síntomas de gastritis se agudizan, lo recomendable es no acudir a alimentos con alto contenido de fibra como legumbres o granos enteros que pueden ocasionar más distensión y dolor.
Por el contrario, para facilitar el trabajo digestivo y además reducir los síntomas, se recomiendan cereales refinados como el arroz blanco o la pasta tradicional siempre al dente y acompañada de proteínas magras y vegetales para reducir su índice glucémico.
Si tenemos diarrea, el arroz blanco o la pasta refinada cocida sin más serán alternativas recomendables.
Elige frutas y vegetales ante todo cocidos
Las verduras y frutas son alimentos que no pueden faltar en nuestra mesa diaria para obtener nutrientes de calidad. Y si bien resultan muy beneficiosos cuando se consumen frescos con toda su fibra, cuando tenemos gastritis lo ideal es modificarlos por cocción.
Por supuesto, evitaremos las frituras pero optaremos por una cocción al vapor de la mayor parte de las verduras y frutas, evitando aquellos ejemplares que siempre consumimos frescos como los cítricos por ejemplo.
Así, podemos consumir manzana asada, puré de manzana, compotas, puré de hortalizas, salteados con bajo contenido de aceite o verduras diversas al vapor.
Evita las comidas copiosas o de gran volumen
Además de cuidar la calidad es importante considerar la cantidad que comemos, pues grandes ingestas pueden demandar mayor trabajo digestivo, mayor liberación de ácido y así, agravar síntomas.
Lo ideal es realizar muchas ingestas de pequeño volumen y evitar comidas cargadas de alimentos, de gran volumen e intenso sabor.
Disminuye el consumo de azúcares y productos que lo contengan
El azúcar es otro posible irritante de nuestro aparato digestivo, por lo tanto, se recomienda reducir el consumo de azúcares libres y productos que lo contengan como chucherías, jaleas, dulces, helados y demás.
Asimismo, se ha observado que quienes tienen gastritis crónica suelen tener triglicéridos altos en sangre, condición que mejora considerablemente al evitar los azúcares libres o añadidos de la dieta.
Modera el consumo de grasas, evitando las frituras
Las grasas en grandes cantidades dificultan el proceso digestivo pudiendo así agravar el ardor, el dolor y otras molestias propias de la gastritis.
Por ello, recomendamos evitar el consumo de alimentos con alto contenido graso así como preparaciones que requieran fritura.
Lo más aconsejable es no consumir ultraprocesados como fiambres y embutidos, snacks comerciales u otros que pueden tener además de grasas en exceso, sal y azúcares, pero también, se recomienda moderar la ingesta de quesos curados y semicurados, mantequilla, u otros más sanos como frutos secos y semillas que además de grasas pueden tener mucha fibra y por eso, en algunos pacientes ser contraproducentes.
Estas son las claves a tener en cuenta en tu dieta si tienes gastritis y deseas controlar sus síntomas con ayuda de lo que comes.
En Vitónica | Gastritis y ardor de estómago: por qué se producen y cómo evitarlos
Imagen | Unsplash, iStock, Pixabay y Directo al Paladar
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