Toda la población en la actualidad supera el máximo de sodio recomendado que es equivalente a 2300 mg o 5000 mg de sal, y ello, puede ser causante de diferentes efectos negativos en el organismo que condicionen la salud actual y futura.
Para reducir el sodio en a dieta infantil no hay nada mejor que conocer las principales fuentes de sodio en los niños. Un reciente estudio publicado en Journal of the Academic the Nutrition and Dietetics señala que todos los niños de entre 6 y 18 años superan el límite máximo aconsejado de sodio y analiza las principales fuentes de este mineral.
Datos del estudio
Con la información recogida de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del año 2011-2012, se analizaron recordatorios de 24 horas de más de 2100 niños estadounidenses de entre 6 y 18 años de edad para conocer el consumo de sodio y las principales fuentes alimentarias de este nutriente.
Los resultados señalan que existe un consumo excesivo de sodio en la población estudiada y que 10 categorías de alimentos son responsables de casi la mitad del sodio presente en la dieta infantil. Estos alimentos son: fiambres o embutidos, snacks comerciales, sándwiches (incluye hamburguesas), pizzas, panes, platos mexicanos varios, sopas, queso, leche y aves.
A excepción de la leche y la carne de ave que poseen sodio de forma natural, la mayor parte del sodio que poseen los alimentos antes dichos y que representan la fuente principal de este mineral en la dieta infantil, deriva del procesamiento industrial que reciben.
Los alimentos procedentes de supermercados aportan el 58% del sodio diario en la dieta de los niños, el 16% proviene de la comida rápida y el 10% de las cafeterías o pequeños comercios escolares.
Claramente, son los alimentos procesados o "comprados" y no elaborados en casa los que representan la principal fuente de sodio en los niños.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Un exceso de sodio no sólo puede condicionar el sistema nervioso y cardíaco, sino que además, se ha vinculado a un exceso de calorías ingeridas lo cual junto a otros factores puede promover el aumento de peso corporal y la obesidad.
Entonces, si deseamos cuidar la salud de los más pequeños de la casa lo primordial es actuar al respecto y tomar las riendas de la alimentación de los niños.
Lo principal: saber que aun los alimentos infantiles esconden mucho sodio, por ello, escoger éstos puede no ser la mejor alternativa para proteger su dieta.
En su reemplazo, podemos escoger alimentos frescos y/o naturales o aquellos con el menor grado de procesamiento posible. También podemos leer etiquetas y escoger aquellos productos con menor proporción de sodio por cada 100 gramos.
Cocinar y comer más en casa, aunque elaboremos platillos como hamburguesas, siempre es mejor alternativa que escoger la comida rápida o lista para consumir.
Elaborar salsas caseras a base de verduras y emplearlas en reemplazo de salsas comerciales, así como limitar los fiambres y embutidos para preferir las carnes frescas siempre es de gran ayuda para reducir el sodio en la dieta infantil.
Por supuesto, podemos poner en práctica todos éstos y más recursos con el objetivo de reducir el sodio en los niños que, al igual que en los adultos, deriva sobre todo de alimentos procesados o elaborados.
Vía | Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, Volume 116, Issue 11, Pages 1729-1872 (November 2016)
Imagen | iStock y Theloushe