La dieta FODMAP de la que hablábamos hace tiempo y explicamos cómo hacerla es una dieta que se propone para el tratamiento de diferentes enfermedades intestinales tales como síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa, y otras que se caracterizan por dolor e hinchazón abdominal, excesiva flatulencia y malestar digestivo.
La dieta FODMAP propone eliminar todos aquellos carbohidratos fermentables. De allí deriva su nombre: Oligosacáridos Fermentables, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles por sus siglas en inglés. Sin embargo, hidratos de este tipo hay en un gran listado de alimentos, incluso, en alimentos muy sanos como legumbres, frutas, vegetales, semillas o granos integrales, por ello, ¿es totalmente segura su práctica?
La seguridad y efectividad de la dieta FODMAP
Si bien la dieta FODMAP puede resultar de utilidad para disminuir los síntomas de enfermedades intestinales por reducir la fermentación colónica, es importante recordar que dicha fermentación mejora la flora autóctona del intestino y por ello, eliminar los sustratos de las bacterias que allí se encuentran puede no ser del todo favorable.
De hecho, una dieta con carbohidratos fermentables que puede beneficiar la flora intestinal se asocia a menor riesgo de sufrir diferentes enfermedades, incluso metabólicas como la obesidad ya que de las bacterias colónicas depende en gran parte la extracción de energía.
Por otro lado, si pensamos que una dieta que elimina por completo los hidratos de carbono fermentables significa quitar de la mesa habitual legumbres, cereales integrales, frutas y vegetales nos daremos cuenta que estamos ante una dieta restrictiva, poco sostenible en el tiempo y lo peor, muy limitada en términos nutricionales por lo que podría inducir carencias de vitaminas, minerales u otros nutrientes en el organismo.
Además, requiere de un especialista para su control con el objetivo de no colocar en riesgo la salud, por lo que, no es una dieta libre de efectos secundarios ni totalmente segura.
Como si fuera poco, muchas patologías intestinales tienen su origen en factores emocionales y/o psicológicos, en tratamientos medicinales u otros y revertir este factor causal puede ser suficiente para evitar los molestos síntomas, evitando que los afectados deban acudir a la dieta FODMAP restrictiva y por eso, arriesgada.
Claramente esta dieta puede ayudar a quienes sufren problemas intestinales pero no es la panacea en este sentido y debería considerarse su relación costo/ beneficio antes de ponerla en práctica.
Bibliografía consultada | Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology 11, 256–266 (2014) doi:10.1038/nrgastro.2013.259; Nutrients 2013, 5(1), 234-252; doi:10.3390/nu5010234; Gastroenterol Hepatol. 2016 Feb;39(2):55-65. doi: 10.1016/j.gastrohep.2015.07.009. Epub 2015 Nov 6.
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