Cuando lo que buscamos es perder grasa corporal, ni que decir tiene que necesitamos hacer ejercicio para mantener la mayor masa magra posible pero sobre todo, necesitamos que exista un déficit calórico. Sabemos que el balance calórico es importante, pero la procedencia de las calorías lo es más.
Se ha extendido desde hace tiempo una moda llamada IIFYM (If Its Fits Your Macros), mediante la cual se dice que si ajustamos el balance calórico de lo que consumimos durante el día, podemos alimentarnos con comida poco saludable. Sin embargo la ciencia nos vuelve a demostrar que nuestra salud depende de algo más que un balance calórico apropiado.
Es cierto que si pensamos únicamente en el objetivo de perder grasa corporal, ajustando los porcentajes de macronutrientes y el número total de kcalorías consumidas, lograremos perder grasa corporal, pero eso no significa que lo hagamos de forma saludable.
Ahora bien, si intentamos consumir 1800kcal procedentes de alimentos procesados, bollería y otros alimentos no muy saludables, comprobaremos que nuestra saciedad será muy baja y que pasaremos hambre muy fácilmente.
Por ejemplo, 5 donuts serían unas 1300Kcal y sería equivalente calóricamente hablando (que no nutricionalmente hablando) a consumir por ejemplo unos 22 huevos enteros. Si nos paramos a pensar, comer 22 huevos en un día, sería incluso complicado mientras que tomar 5 donuts es algo relativamente sencillo.
El aporte de micronutrientes y el efecto sobre nuestro organismo es totalmente distinto aunque las calorías sí sean iguales. Además, el cuerpo gasta más energía en descomponer los alimentos "reales" frente a los procesados, sin contar que por ejemplo en el caso del consumo de frutos secos, realmente ingerimos menos kilocalorias de las que pensamos porque nuestro cuerpo no es capaz de aprovechar al 100% las calorías procedentes de estos.
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