La alimentación emocional es la ingesta de alimentos a causa de diferentes emociones, sin hambre real, por lo tanto, puede conllevar un exceso de calorías y el aumento de peso progresivo. Hoy te contamos qué factores pueden disparar la alimentación emocional en tu organismo.
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Historia personal: si tienes un pasado de carencias alimenticias o de sobreexigencias para comer, es decir, de constante insistencia por parte de los adultos que te rodeaban, es probable que tus emociones que buscan el placer, la atención de otros y la calma que surge de tener aquello que se carece, te empujen a comer siempre que veas comida.
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Preocupación por la alimentación: con frecuencia los comedores emocionales se obsesionan con la comida, con su presencia y su inclusión en la vida diaria, por lo tanto, si estás pensando todo el tiempo en qué comer, qué comerás y demás, tienes más probabilidades de comer por emociones.
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Historia de adicciones: si antes eras un fuerte fumador o eras adicto a otras sustancias, hoy puedes haber reemplazado la fuente de placer que la adicción significaba por la comida y tener frecuentes episodios de alimentación emocional
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Autocrítica: ser autocrítico y demasiado exigente con uno mismo, así como tener pensamientos negativos hacia nosotros puede activar la alimentación emocional
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Influencias sociales: el tener presiones externas, convivir con situaciones estresantes, o padecer de temor por las miradas ajenas puede llevar a una situación de angustia y/o ansiedad que nos empuja a comer.
La alimentación emocional es un flagelo difícil de erradicar por completo, sin embargo, poco a poco podemos identificar las causas de nuestros deseos de comer y minimizar las ocasiones en que comemos sin hambre real. Así, poder discernir por qué comemos es de gran ayuda si buscas moderar el consumo de alimentos.
Imagen | ChodHound
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cabito
Y lo más curioso y contradictorio, es que después de esa comida sin hambre y por motivaciones emocionales, tus emociones siguen siendo igual de malas o buenas que antes del atracón. En fin, que no ha cambiado nada. Seguiremos igual de estresados, cansados, tristes, alegres,autocriticos, felices...pero con la barrigota llena (y en el peor de los casos, con remordimiento añadido).
Eduardo
Hola Me llamo Eduardo, y soy un comedor emocional. (sobre todo por la tarde cuando llego a casa despues del trabajo)
meli74
Autocrítica y pensamientos negativos. Como ya me conozco intento que mis "atracones" emocionales sean de fruta: uvas, mandarinas o alimentos no muy calóricos o que sé que me van a llenar enseguida. En mi casa no nada dulce, excepto yo, claro ;)
la-colo
parece exageracion, pero todas salvo la de adicciones (si fumaba, pero no mucho) las he tenido.. gracias a dios tanto trabajo personal y terapia hoy en dia las puedo reconocer y eso me ayuda a darme cuenta a tiempo y no recurrir a comer emocionalme, aunque si es algo con lo que se lucha todos los dias.. en mi caso las que aun tienen cierto "poder" por asi decirlo y que me an llevado a comer emocionalmente de vez en cuando son la de autocritica y las influencias sociales.. pero si pude superar esa sensacion de querer comer todo, porque llevaba dias ayunando o porque la idea era "no comer mas", eso fue lo mas dificil de superar, pero esto de la autocritica y las influencias social no hay mejor cura que buscar o hacer cosas que te suban el autoestima y te sientas realizada.
jorgeilc
Si eres un comedor compulsivo, creo que lo mejor es visitar el medico y el te ayudara a solucionar este problema, te puede dar a conocer dietas rapidas para adelgazar si es que sufres de sobrepeso
22225
Excelente artículo:
Me gusta la forma como desarrollas el tema conciso y muy original. Trabajo en una sala de masajes http://www.armoniaysalud.cr/Masaje-Reductivo-San-Jose-Costa-Rica/Masaje-Reductivo-Costa-Rica.html Me han sido de gran utilidad estos factores que pueden disparar la alimentación emocional en tu organismo. Agradezco mucho tus valiosos consejos Un saludo desde Costa Rica.