Últimamente muchos de los vitónicos preguntáis en la sección Respuestas por temas relacionados con la ansiedad con la comida, no poder controlar lo que comemos a ciertas horas del día (sobre todo por la tarde-noche), etc. Estas preguntas, como la que nos planteaban Lhaydee o Adriguitar, suelen estar relacionadas con los conceptos de hambre fisiológico y hambre psicológico.
Para alimentarnos de una manera correcta debemos conocer en qué consiste cada uno de estos tipos de hambre. Si nos cuesta mantener una alimentación equilibrada porque a menudo sufrimos ataques de ansiedad o antojos, deberíamos plantearnos por qué suceden estos. La ansiedad suele ser un síntoma de que algo no funciona bien en nuestro cuerpo, y solucionarlo pasa por encontrar el motivo más profundo de esos "ataques de hambre".
La ansiedad como síntoma, no como causa
¿Por qué sufrimos ansiedad con la comida? Me atrevería a decir que en la mayoría de los casos ésta es fruto de una dieta extremadamente restrictiva que no nos deja comer aquello que queremos. Una alimentación sana y equilibrada debería ser variada y contener la mayoría de los alimentos de los que disponemos: la clave, como siempre, está en las cantidades.
Sí hay alimentos de los que debemos reducir su consumo en el caso de que nos encontremos en una dieta de pérdida de peso, pero también debemos encontrar un momento para incluirlos en nuestro plato si esto nos genera ansiedad: para eso sirven las cheat meals o comidas trampa. Si sabemos que una vez a la semana (o una vez cada dos semanas, depende de cada uno) podemos comernos esa hamburguesa que tanto nos gusta, la ansiedad por incluirla en nuestra dieta se verá notablemente reducida.
Por otro lado, existen otros factores exógenos que pueden ser el origen de esa ansiedad: estados de estrés, tristeza (¿quién no recuerda la imagen de película americana en la que la chica a la que su novio la ha dejado plantada el día del baile de graduación ahoga sus penas en un gigantesco bote de helado?), euforia, factores culturales...
Hambre psicológico y hambre fisiológico
El hambre psicológico se caracteriza porque aparece de repente y suele ser por algún tipo de alimento en concreto, por norma general bastante insano y calórico: es lo que comúnmente llamamos antojos. Lo más importante para poder controlar estas situaciones en las que aparece el hambre psicológico pasa por reconocer el origen de los antojos: ¿como porque tengo hambre o hay algo más detrás?.
Por el contrario, el hambre fisiológico o hambre real se da cuando nuestro cuerpo nos pide combustible para funcionar. También se conoce como hambre estomacal, y las señales que nos alertan de que necesitamos ingerir alimentos pueden ser la sensación de estómago vacío o los ruidos estomacales. Cuando tenemos hambre real, para calmarlo el cuerpo nos pide cualquier tipo de alimento y no necesariamente algo altamente calórico.
¿Cómo controlar el hambre psicológico?
Debemos realizar un cambio de mentalidad y concienciarnos de que esos "ataques de hambre" son más algo psicológico que algo físico: aprende a diferenciarlos y tendrás media batalla ganada.
Imagen | KimberlyKV en Flickr En Vitónica | Por qué las dietas no funcionan y qué es el mindful eating
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