Al momento de controlar alguna enfermedad, perder peso o ganar kilos de forma sana, es fundamental llevar una dieta personalizada. Te mostramos por qué y como cómo adecuarla a nuestras particularidades, fácilmente en casa.
La importancia de llevar una dieta que se adapte a ti
Sea cuál sea el objetivo de nuestra alimentación, siempre es importante que la misma sea acorde a las características particulares de cada uno de manera que resulte sostenible en el tiempo y beneficie o modifique de forma efectiva la salud del organismo.
Por el contrario, una dieta de moda, de revista o bien, cambios impuestos sin considerar las necesidades, condiciones y posibilidades de cada uno son alternativas rápidas, temporales y que pueden en el peor de los casos perjudicar considerablemente al organismo.
Ya sea si buscamos controlar la glucosa o el colesterol en sangre, perder kilos, ganar peso o bien, crear músculo; es fundamental conocer las necesidades particulares de cada persona, el estado de salud previo así como también la edad, el nivel de actividad física, los gustos y preferencias, la cultura, la religión y en forma general la rutina diaria, o las posibilidades para llevar a cabo determinada alimentación.
Sólo una dieta personalizada cuidará de tu salud
Sea cuál sea el objetivo que perseguimos con nuestra alimentación es importante saber que no habrá dieta sana si no es personalizada.
Si se pasan por alto las costumbres del consumidor, las posibilidades así como también la presencia de enfermedades, intolerancias o conductas de riesgo, sin duda una dieta puede agravar la salud en lugar de mejorarla.
Por ello, independientemente de los cambios que pretendemos lograr siempre una dieta debe ser personalizada, pues solo de esta forma y atendiendo las particularidades de cada uno resultará beneficiosa para el organismo.
Cómo individualizar o adecuar una dieta a nuestras particularidades
Lo primero que recomendamos es alejarnos de dietas de revista, universales o generales que de ninguna forma atienden a las particularidades de cada uno. Y por el contrario, es aconsejable consultar con un nutricionista que pueda ayudarnos a contemplar las características individuales para adaptar nuestra alimentación a nuestro organismo.
Además de esto, algunos aspectos que podemos tener en cuenta para individualizar o personalizar nuestra dieta son:
- Conocer las necesidades, contemplando no solo la edad, el sexo y el peso actual corporal sino también el nivel de actividad física y la condición biológica, ya que por ejemplo durante el embarazo los requerimientos de nutrientes y energía se modifican considerablemente.
- Contemplar el estado de salud lo cual se traduce en conocer la presencia de enfermedades que puedan alterar el metabolismo de nutrientes y requerir una dieta especial o bien, considerar alergias, intolerancias o aversiones alimentarias.
- Respetar gustos, preferencias y costumbres previas, teniendo en cuenta que muchas veces la religión y cultura condiciona la alimentación así como también, que una alimentación que no resulte de nuestro agrado sera insostenible en el tiempo y no logrará la adherencia que se necesita para modificar habitos.
- Considerar las posibilidades en términos económicos y también, de educación y accesibilidad a los alimentos, ya que todos son factores que influyen en la calidad y cantidad de la alimentación diaria.
- Contemplar la rutina diaria teniendo conocimiento de los horarios de trabajo así como entrenamiento u otros que puedan condicionar la alimentación, pues por ejemplo no será factible que una persona coma cinco veces al día sí en su horario laboral no puede hacerlo.
- Ser flexible y variable acorde a las características de cada consumidor, ya que en función de cada organismo, costumbres, gustos y demás puede necesitar modificarse la alimentación cotidiana para continuar a beneficiando la salud.
Estas son algunas claves para lograr que nuestra dieta sea personalizada y se adapte a nuestras particularidades, con el objetivo de cuidar efectivamente la salud del organismo.
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