Las patologías vinculadas al trabajo son cada vez más frecuentes en la actualidad y el burn-out o síndrome del trabajador quemado ha cobrado relevancia, de forma tal que si bien no es aun reconocido como enfermedad laboral, la OMS lo considera un fenómeno ocupacional de gran prevalencia.
Los síntomas del bur-nout
Según la OMS, el síndrome del trabajador quemado o burn-out es producto de un estrés laboral que no se ha resuelto ni manejado exitosamente, sino que se ha vuelto crónico.
Y aunque en muchos medios se ha mencionado que se reconoce como enfermedad, la OMS ha lanzado un comunicado en el cual aclara que si bien fue incluido en la 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), se considera un fenómeno ocupacional y no está clasificado como una condición médica.
Este síndrome se caracteriza por tres síntomas bien definidos y sólo hace referencia al ámbito laboral:
- Sentimiento de agotamiento o cansancio extremo.
- Distanciamiento mental respecto al puesto de trabajo o pensamientos negativos hacia el mismo o el entorno laboral.
- Caída de la eficacia profesional o bajo rendimiento.
Más allá de esto existe el cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI) que está conformado por 22 ítems y que sirve para conocer la frecuencia e intensidad con que se presenta o se sufre el síndrome del trabajador quemado.
Si bien este síndrome estaba dentro del catálogo que recoge más de 55 mil trastornos desde 1990, hasta el momento pertenecía a una categoría más genérica que hacía referencia a "problemas relacionados con dificultad en el control de la vida". Con este cambio, el burn-out o síndrome del trabajador quemado se menciona dentro del capítulo denominado "Factores que influyen en el estado de salud o el contacto con los servicios de salud".
Pero ahora, el síndrome del trabajador quemado o burn-out está considerado un fenómeno ocupacional y reconocido así como un problema sanitario frecuente, según la OMS.
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